Se intuía una buena asistencia desde primera hora de la tarde, con un ambiente muy metalero por los alrededores de la sala. Mientras la cola se iba haciendo cada vez más larga, los bares se iban llenando de camisetas negras y chalecos, incluso después de la apertura de puertas. Con unos teloneros bastante desconocidos entre los presentes, la sala no se llenaría del todo hasta más tarde.

Ya había muchas ganas de que la banda canadiense nos visitara, sobre todo después de oír el último álbum «Feast». Lamentablemente el concierto del viernes fue el único en la península, debido a un accidente de tráfico de la banda cuando se dirigían a Barcelona para el concierto del sábado. Como la mayoría sabrá todos los miembros del grupo y del equipo están bien, así que vamos a centrarnos en lo que pasó unas horas antes, sin duda digno de recordar.

Se intuía una buena asistencia desde primera hora de la tarde, con un ambiente muy metalero por los alrededores de la sala. Mientras la cola se iba haciendo cada vez más larga, los bares se iban llenando de camisetas negras y chalecos, incluso después de la apertura de puertas. Con unos teloneros bastante desconocidos entre los presentes, la sala no se llenaría del todo hasta más tarde.

A eso de las ocho salían al escenario THE GENERALS, con un sonido muy auténtico denominado por algunos como «death n’ roll»; o como ellos mismos lo definen: «un cigarrillo de death metal con un filtro de rock n’ roll», aunque e por lo que vimos, en directo suenan más a lo primero.

Los suecos venían a presentarnos su último disco «Blood For Blood», con un buen repertorio para abrir la noche. «Dig Two Graves», «Stand Up Straight» sonaron seguidas y con mucha fuerza, para continuar con el single del nuevo disco, con el que comparte nombre. Ya se empezaba a notar movimiento entre el público, cada vez más numeroso, que sabía a lo que venía.

«Hunger» y «My Own Demise» fueron muy bien recibidas, a pesar de un notable cambio en la velocidad, tras alguna broma del cantante que nos decía que aún teníamos que esperar para ver a los cabeza de cartel. Antes de acabar, volvimos al movimiento y a los codazos con «Blessing in Disguise», que continuaron hasta que dieron por finalizado el bolo con la canción que pidió el público: «Evil Transcends».

La banda podía haber tenido más éxito si hubiera llevado el concierto de otra forma; en lugar de salir, tocar e irse, podría haber tenido un mayor contacto con el público. Un concierto bueno para abrir a los canadienses, pero una actuación algo fría.

Tras un rato para poner a punto los nuevos instrumentos y para que se llenara la sala, las primeras notas de «Alison Hell» empezaron a sonar, y con ellas los gritos de un público que por fin tenía a ANNIHILATOR sobre el escenario. Con este tema no podían tener mal comienzo, brillante actuación de Dave Padden al micro, y del resto de la sala en los coros. «W.T.Y.D.» no fue ninguna sorpresa, y la frase «Welcome to your death» salió de cada garganta con la energía que la actuación merecía con el público entregado al cien por cien. Tanto fue así que Jeff Waters, en un parón del tema dijo «de todos los conciertos del tour, los de éste séptimo deberíais estar orgullosos».

Tocaba el turno de «Knight Jumps Queen» y «Reduced To Ash» con las que el público empezó a saltar y a hacer pogo tras los dos primeros temas con los que la mayoría aún estaba asimilando la situación. «Set The World On Fire» y «Refresh The Demon» fueron los que cerraron una primera parte más relajada que lo que iba a llegar.

Antes de continuar, Waters volvió a tomar la palabra para agradecernos el tirón que ha tenido el nuevo disco en España, y dedicarnos el siguiente tema, un impecable «Never, Neverland». La locura volvió a llenar la sala con «No Zone», que acabó convirtiendo las primeras filas en un mosh enorme. La instrumental «Bliss» nos dejó unos minutos de descanso antes de continuar, como siempre, con «Second To None» y esta vez también con «I Am In Command».

Tras bajar el ritmo un poco con la balada «Phoenix Rising» y «Snake In The Grass» (bastante infravaloradas, por qué no decirlo) y un solo de batería de Mike Harshaw, ya habitual en las actuaciones de la banda, toca interrumpir el concierto por un vaso lanzado al escenario y un Waters algo cabreado. Cosas del directo…

El concierto vuelve a ponerse en marcha con el nuevo disco. «No Way Out» y «Smear Campaign» son las primeras en sonar, dejando claro que el nuevo disco gusta entre los fans, que no dudan en corear «There is no way out!» mientras se meten al mosh. «Time Bomb» y «Ambush» preceden a otra nueva, a mi parecer la favorita de «Feast»: «Deadlock», con la que Jeff y sus chicos se bajan del escenario para dejarnos gritar que aún teníamos ganas de más.

Presentada como la más rápida del repertorio, le llega el turno a «Ultra-Motion» que lleva el movimiento a todos los rincones de la sala, para acabar con la clásica «King Of The Kill» y acabar el concierto por todo lo alto.

Hay que destacar el sonido de la sala, que fue perfecto durante toda la noche, y la finísima actuación de los músicos; destacando, como no, a Dave Padden que aparte de ser un guitarrista buenísimo hace un insuperable papel como vocalista, y al gran Jeff Waters clavando cada solo e impresionando al público en cada tema.

Y esta fue la noche de thrash metal que nos ofreció ANNIHILATOR en la capital, sin duda de las mejores del año. No se podía esperar menos de una banda con una trayectoria tan brillante, liderada por un músico de tanto nivel, y con un público tan entregado de principio a fin. Una combinación que esperemos repetir pronto.

Promotor:Madness Live

Día:2013-10-18

Sala:But

Ciudad:Madrid

Teloneros:THE GENERALS

Puntuación:10