Animals as Leaders nos brindan su virtuosismo extremo tan cómodos como en el salón de su casa
Con un calendario de salas tan saturado en las temporadas altas (primavera y especialmente otoño), es de agradecer que más allá de los grandes festivales hayan conciertos como el de Animals as Leaders la semana pasada para sacarnos del tedio caluroso al que nos vemos sometido en meses como este agosto. No debo ser el único que lo agradece cuando, pese a ser fechas complicadas por los numerosos vayvienes vacacionales, unos sorprendentes 500 asistentes daban a Razz 2 un aspecto más que saludable el martes pasado para presenciar el debut del trío norteamericano en nuestras tierras.
Escoltando a la realeza del puro virtuosismo, Plini e Intervals abrirían la velada ni cortos ni perezosos con dos actuaciones que se podrían haber englobado en una sola. Digo esto porque parece que no fui el único sorprendido al ver que, cuando acabó la actuación del primero (que sí que sabía que era un one-man project), tan sólo se cambiaron de posición los dos guitarristas y dieron inicio al segundo show de la noche. En efecto, la agrupación que otrora tuviera cantante y pudiera asemejarse a bandas del corte de Monuments o Periphery, publicó el año pasado un EP titulado «The Shape of Colour» que lo devolvía al enfoque instrumental guitar-oriented, y ese tipo de actuación fue la que obtuvimos en la presente gira.
Pudimos disfrutar de 40 minutos (algo menos de Intervals) de música de cada uno de los proyectos, con unos niveles de ejecución simplemente pasmosos y una frescura que era de apreciar por ambos lados, pero si nos tenemos que quedar con sólo uno… definitivamente Plini hizo palidecer a su compañero gracias a una actuación mucho más elegante, variada e interesante a través de unas composiciones que sonaban bastante más inspiradas que las de Intervals, una presencia escénica mucho más natural y relajada y, sobretodo, unos desarrollos creativos con sus licks de guitarra que eran auténtica magia. Un fuera de serie que consigue llevar a otro nivel su música en directo, incluso convenciendo a aquellos a quienes sus trabajos de estudio no acaban de llegar. Por llegar, estamos convencidos de que llegará bien lejos.
Tras un cambio de backline que se hizo ligeramente más largo de lo deseable, Tosin Abasi y compañía tomaban el escenario para demostrar el motivo por el cual han sentado cátedra desde que su primer álbum fuese publicado allá por 2009. Miembros indiscutibles de la corte de las ocho cuerdas, estos animales han conseguido inspirar a toda una generación de chavales a coger una guitarra e invertir incontables horas en practicar con su instrumento y en aprender cómo producir exactamente este tipo de música. Y decimos exactamente este tipo de música porque, lamentablemente y por muy inspirador que haya podido sonar ese inicio, todos acaban sonando igual. Quizá tenga algo que ver con que, casualmente, un desproporcionado porcentaje del público de este concierto sólo lo podamos ver en conciertos de este estilo (colman, al contrario que en la mayoría de aficionados al resto de subgéneros del metal. Curioso, cuanto menos.
Dejando de lado el interesante estudio sociológico que se podría hacer sobre el público djent y lo que parece toda una «burbuja» (que ya mencionamos en cierta reseña reciente), lo cierto es que Animals as Leaders son, entre otros, los que originaron toda esta ola. Y como la mayoría de pioneros, están a años luz de sus acólitos o copycats si pretendemos ser menos amables. Pese a que durante los tres primeros temas de su set el sonido fuese insoportable dadas una estridencia y un volumen de la mezcla que hacían imposible entender nada, pronto su técnico tomaría el camino adecuado y le sacaría el máximo jugo a esa excelente PA con la que cuenta Razz2 desde hace apenas unos meses y que está limpiando totalmente el historial de malas experiencias con el sonido en esta sala.
Pese a estar desprovistos de visuales o luces propias, AAL no necesitaron más que sus instrumentos para hacernos papilla el cerebro (os pensabais que iba a hacer el juego de palabras y decir que no necesitaban más para brillar, eh). Durante una hora, duración que señalaría como bastante apropiada para este tipo de actuaciones tan exigentes, la banda desgranó principalmente su último «The Joy of Motion», con los honorabilísimos añadidos de algunos de aquellos temas que tan grande hicieron su homónimo -«Tempting Time» o la esperadísima «CAFO» con la que la mayoría los conocimos-, el single «Wave of Babies» y la exquisita «Weightless», de su sophomore de mismo título.
Con los ojos en órbita y el cuerpo en constante movimiento, el público recibió animadamente la bendición de estos alienígenas de la técnica en una interesante combinación de baile y desparpajo físico por el vibrante groove que la banda desprendía y miradas de incredulidad y escrutinio preciso de lo que estaba siendo interpretado por la altísima dificultad de sus piezas. Siempre cálidos y cercanos, Abasin, Reyes y Garstka nos dieron una lección tras otra de soberanía técnica en un ambiente absolutamente relajado, familiar y divertido, con la confianza del que sabe que es el mejor en lo suyo y se permite dar conciertos como si la sala fuese un gran local de ensayo lleno de amigos con los que pasar un buen rato. Buena muestra de ello fue ver a tantísima gente cantando (¡sí, cantando!) «Physical Education». Excelentes.
Foto: Randy Edwards
Promotor:Madness Live
Día:2016-08-02
Hora:20:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Intervals, Plini
Puntuación:8
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.