No pasará a la historia de Angra el concierto pero sí que fue especial el ver en directo un disco de la importancia de “Holy Land”. Las dudas nos asaltan ahora: ¿Rafael de cantante de Angra definitivo?, ¿Unos Angra sin Kiko Loureiro?, “¿Es el momento de que vuelva André Matos, que por cierto, anda haciendo su propia gira de 20 años de “Holy Land”? Lo que sí está claro es que toca tomar decisiones.

20 años de “Holy Land” de Angra significan que el tiempo avanza de forma inexorable. Veinte años de uno de los discos definitivos para muchos de nosotros y el paso definitivo para que el heavy metal clásico abriese una puerta nueva hacia la experimentación. Las aportaciones de Sepultura y Angra al heavy metal (ambos cariocas) con “Roots” y “Holy Land” son fundamentales. Pero hasta cierto punto hablar de los Angra actuales resulta algo confuso tras los bailes de la formación original. Quién me iba a decir a mi en 1996 que cuatro lustros más tarde iba a ver el disco entero en directo con Fabio Lione a las voces y sin Kiko Loureiro. Muchas luces y sombras para un show que nos dejó repletos de dudas, pero que también tuvo momentos realmente hechizantes.

La sala estaba a media capacidad pero ya hubo gente desde las 19:30 cuando Alquimia abría fuego. Definitivamente muchísimo mejor que cuando les vimos por última vez en Ripollet hace algo poco más de un año. Alberto Rionda ha armado un grupo espectacular y cuando suenan bien enamoran. Suenan a Avalanch, como si hubieran continuado después de “El Ángel Caído”. Heavy metal olvidando en gran parte la etapa Avalanch con Ramón Lage y sonando como un cañón en cortes como “Vulnerable” y “Dama Oscura”. Israel Ramos me parece el cantante ideal para Rionda. Posee la dicción perfecta de Lage pero es pura potencia y sube sin dificultad hasta los tonos más exigentes de los primeros Avalanch. Fue con “Xana” en la que la banda nos puso las pilas haciéndonos cantar primero el gran clásico de la anterior banda de Rionda. A nivel técnico en Alquimia hay mil-y-un matices. Gran trabajo del hierático pero incombustible Leo Duarte y mucho músculo en el bajo de Rubén Lanzua.

Antes de “Espiritual” Israel jugó a eso de hacernos pedir una canción por mucho que no iban a alterar el orden del set list. Y antes de “La flor de hielo” hubo un breve solo de bajo. En este tema demuestran que Alquimia posee material fresco y atractivo, pero todo ello repunta por el excelso trabajo de Chez García al teclado. Elemento clave en su sonido con sus teclas, pero perfecto también en los coros. Se agradece en estos tiempos poder escuchar coros reales en directo. “Delirios de grandeza” nos devolvió a los buenos tiempos de Avalanch pero “Sol negro” nos devolvió al prometedor presente del grupo. En “Torquemada” hubo varios momentos de parón para dejar rugir al público. Perfecta ejecución con un Ramos soberbio para brindarnos uno de los más grandes clásicos del heavy metal en español jamás escritos. El cantante no escatima en agudos y en los finales subía hasta el infinito.

Alberto Rionda vestía de negro elegancia con badana recordándonos a muchos a la etapa pirata de Mägo de Oz. Utilizó el espacio anterior de los bises para presentarnos el proyecto, agradecer y avisarnos que esa noche iban a ocurrir cosas especiales. “Santa Bárbara” y “Claro de luna” sirvieron para que Alberto demostrara todas sus dotes y en “Divina providencia” irrumpió en escena el gran Raffael Bitencourt. Buen final con “Almas unidas” para un show que se hizo corto y eso que se enfiló hasta la hora y 20. Un lujo este doble cartel en el que la banda teóricamente telonera disfruta de un sonido completo y de un set extenso. Rionda sigue hechizando, Israel Ramos es ideal para el proyecto y Alquimia es una banda que a día de hoy está por encima de la mayoría en España.

Lo de Angra fue agridulce al final, y eso que el inicio prometía. Me los perdí hace dos Wackens ya con Lione al frente. El itálico no falla y ya es un especialista en eso de cubrir las espaldas a bandas que pierden vocalista. Lo que no terminamos de entender muchos es por qué Rafael asumió tanto el papel de vocalista. Muchos vislumbran ya que Angra podrían continuar con él a las voces, pero las cosas no marcharon del todo bien en Barcelona. Problemas de sonido con Rafael y Felipe Andreoli con gestos constantes de que se les subieran el sonido desde la mesa. A la postre terminaron dos canciones fuera: “Rebirth” y “Final Light” pero técnicamente hubo momentos espectaculares.

Plafones laterales y telón de fondo adornaron a una banda en la que destaco el musculado Marcelo Barbosa con sus trencitas a la guitarra solista y un espectacular Bruno Valverde tras los parches. Todos los bateristas que pasan por Angra son especiales… Buen inicio con “Newborn Me”, única visita a su nueva obra y sorpresa con “Waiting Silence” (del disco “Temple of Shadows”) ya con Bittencourt a las voces. Posee ese micro colgado de la oreja y canta mejor que nunca a pesar de que hay dudas de que pueda llevar a cabo todo un show completo. Lione está casi perfecto en su papel de André Matos, quizá algo más estridente, pero difícilmente se puede encontrar un vocalista que pueda amoldarse a las tesituras que cantaron en su día Matos y Falaschi. “¿Cuál es el primer tema del “Holy Land”?” bramó el transalpino… para arremeter luego con esa cadencia tan carioca de “Nothing to Say”. Delirio y espectacularidad a pesar de que las orquestaciones iban a ser disparadas desde un ordenador adjunto a la batería de Valverde.

“Silence and Distance” fue pura clase pero lo más espectacular de la noche sería sin duda la colosal “Carolina IV” con coros reales y percusiones latinas por parte de Leo Duarte de Alquimia. Quedó patente que “Holy Land” es una maravilla en la que brillan en sobremanera los arreglos, las percusiones, la originalidad y las composiciones. En su día muchos creíamos que no era “suficiente heavy metal”, pero es que se avanzó a su tiempo. Impresionante impregnarte de la magia de “Holy Land” y “Shaman” para luego quedar todo algo deslucido con Rafael al mando de las voces en la mágica “Make Believe”. Bittencourt lo hace realmente bien pero hay momentos en que se le escapa el tono. Algún que otro problema con esa guitarra portuguesa adicional que no terminaba de sonar… “Z.I.T.O” sonó tan potente como siempre (el tema más rápido del disco) con un Valverde tremendo con su empuñadura jazzística que lo hace más espectacular. Las dos baladas finales: “Deep Blue” y “Lullabye for Lucifer” fueron intensas y exquisitas pero hubiéramos preferido muchos que las hubiera cantado Fabio Lione.

En “Bleeding Heart”, esa preciosa composición de “Rebirth”, contaron con la acústica de Alberto Rionda para enlazarla con “Time”, otro de los himnos fundamentales del “Angel’s Cry”. Fabio bajó al foso y regaló algún guiño en catalán. Curiosamente le preguntaron al jefe si quedaba algún tema más y Rafael dijo que quedaba una: “Nova Era”, con la que contarían con Israel Ramos. El sonido no permitió que gozáramos de un dueto perfecto pero pudimos despedirnos de ellos con uno de sus himnos definitivos y ya con la gente de Alquimia sobre las tablas. Outro de fondo con ambos grupos entrelazando brazos y agradeciendo el cariño del público con la obligada foto.

No pasará a la historia de Angra el concierto pero sí que fue especial el ver en directo un disco de la importancia de “Holy Land”. Las dudas nos asaltan ahora: ¿Rafael de cantante de Angra definitivo?, ¿Unos Angra sin Kiko Loureiro?, ¿Es el momento de que vuelva André Matos, que por cierto, anda haciendo su propia gira de 20 años de “Holy Land”? Lo que sí está claro es que a pesar del nivel técnico y del cariño que le tenemos a gente como al excelente bajista Felipe Andreoli… toca tomar decisiones.

Promotor:Madness Live

Día:2016-09-30

Hora:19:30

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:7