Angelus Apatrida y Vita Imana unen fuerzas para vapulear Zaragoza
Concierto conjunto de dos titanes del metal de nuestro país. Tomás Catalán y Dani Metalcry se ocupan de relatar como fue la noche.
El inicio de septiembre vino acompañado de un buen número de anuncios de giras, que a la vez que nos ponían los dientes largos nos empezaban a ocasionar auténticos quebraderos de cabeza para cuadrar agendas. Pero la segunda semana del mes nos hizo volver a poner los ojos en el presente, y recordar que una de los mejores noches del año en Zaragoza se adelantaba a las fiestas del Pilar y las giras otoñales: Angelus Apatrida y Vita Imana unían fuerzas en la capital del Ebro, tras coincidir sus respectivos conciertos en la ciudad, acompañados para la ocasión de los locales Imprudent Killer y los vallisoletanos Ciconia. Y si el cartel no prometía lo suficiente por sí solo, el sold out que presentaba el Centro Cívico Valdefierro con varios días de adelanto, hizo el resto para vaticinar una velada inolvidable.
La nota negativa la puso el reloj. No es intención de esta crónica buscar culpables (ni mucho menos), pero las pruebas de sonido se fueron retrasando a lo largo de la tarde, al punto de que a la hora que debía empezar Ciconia éstas aún no habían terminado. Al final, una hora de retraso, que desgraciadamente se tradujo en conciertos más ajustados (incluso con nuevas pruebas de sonido antes de las actuaciones de Vita Imana y Angelus Apatrida), y terminando otra hora más tarde, con la policía en la salida, a causa del incumplimiento del horario… Por suerte, gracias a todos los implicados (organización, bandas, centro cívico, público y la propia policía), la noche no se vio empañada y salió adelante sin más incidentes que los horarios. ¡Y qué noche!
Desde Valladolid se presentaban el trío instrumental Ciconia, que entretuvieron a la parroquia maña con su arriesgada y atractiva propuesta. Como era de esperar, su último lanzamiento, “Winterize”, marcó el inicio de su actuación, que era cuando el público estaba más expectante. De este trabajo interpretaron “A wolf never comes alone”, “Towards The Valley”, “Eloina’s inn” y “Scarsman”, antes de dar paso a la recta final, en la que su debut “The Moon Sessions” tomó el relevo. Con “Chrisalys” y sobre todo “Jack O’Lantern”, en la que Jorge Fraguas y Javier Altonaga, bajista y guitarrista respectivamente, se atrevieron a bajar del escenario y a poner de cuclillas al público, para volver a levantarlo a la señal del batería Aleix Zoreda. Muy meritorio para tratarse de un show íntegramente instrumental.
Como apuesta local, los organizadores invitaron a sumarse a la fiesta a Imprudent Killer, que traían su elaborado Thrash Metal desde Ejea de los Caballeros. Con tan sólo un álbum homónimo en el mercado (y el segundo en el horno) y el ánimo de jugar en casa (o casi), el cuarteto salió con fuerza a presentar sus canciones al galope de la batería de Motörluis (que comparte con su otra banda Dañaos), empalmando “The Death” y “Atomic Bomb”. Buena carta de presentación, que tras los saludos de rigor por parte de su cantante y guitarrista Carmelo Landa (al que conocemos también por liderar Invisible), se siguieron de unas arrolladoras “Evil Side” y “Get Out”, que iniciaron los primeros pogos entre el público. El buen sonido nos permitió paladear las nuevas canciones del grupo, aún no editadas: una excepcional “Red Rum” y unas “The Wraith” e “Into the light” que tocaron sin respiro, y que también dejaron buena impresión en la audiencia, porque las primeras filas se entregaron al 100%. Con el bajista Fran Ferrández y el guitarrista Tatín Jiménez (también conocido por su trabajo en los desaparecidos Phobos Preacher) relegados a un discreto pero efectivo segundo plano, Carmelo dio buenas muestras de sus habilidades a las seis cuerdas. Muy pocos hay con ese talento en varios kilómetros a la redonda, y éste no pasó desapercibido entre sus vecinos. El reloj les obligó a dejar fuera dos de los mejores temas de su disco, “Your Croos” y “Jeckyl & Hyde”, pero dejaron el pabellón alto con “Other Side” y la canción que da nombre a la banda. Seguro que más de uno se quedó con éste. Imprudent Killer no desaprovecharon su oportunidad.
Tras un largo parón (con larga prueba de sonido incluida), que varios aprovecharon para ver el desventurado final del partido del Real Zaragoza, llegó el turno de uno de los cabezas de cartel. Los madrileños Vita Imana no han tocado más de un par de veces en la ciudad del cierzo, pero para los que no los conocían, su fama en directo les precedía. Su nuevo disco, sin embargo, ha dividido la (hasta ahora) unánime opinión de su público, pero el sexteto disipó cualquier duda sobre cómo encajarían las nuevas canciones de “El M4l” en directo. Especialmente con la que salieron, “Génesis”, que también abre su último retoño. Directa y a la yugular, como la clásica “Gondwana” con la que empalmaron. Parecen paridas a la vez. El sonido al principio dejaba mucho que desear, pero el huracán Vita Imana ya estaba en Zaragoza y no había quien lo parara. Canciones como “Ablepsia”, “Seis almas” y “Romper con todo” dan otro aire al concierto, permiten más la interactuación con el público, darles aire y hacerles brincar. El rollo de los bongos de Miriam Baz, tan bien acoplados a la percusión de Daniel García, les da un plus sobre las tablas. El problema del horario hizo que todo fuera como muy acelerado, había que hacer en 70 minutos lo de 90, y Javier Cardoso apenas se dirigía al público, aunque en todo momento demostró ser uno de los mejores frontmen del metal nacional. “Irreversible” es otro de esos temas nuevos que recuerdan a los primeros Vita Imana, y que se adaptan como un guante a “Un nuevo sol” y “Corpus”, con las guitarras afiladísmas de Puppy y David Ramos (de SKUNK DF, que sustituye a Román García en esta gira) brillando en todo momento. Los minutos de la verdad reservados a “El M4l” fueron los que ocuparon “Vacío”, con pasajes y atmósferas alejadas de los parámetros habituales y Puppy haciendo esas melodías orientales, bien acompañado por Miriam, y una intentísima “Mi camino”, que funcionó especialmente bien, igual que en su día lo hicieron “mar de cristales” o “Uluh”. Para entonces el sonido ya estaba de parte de los madrileños, que con “Animal”, con Pepe Blanco destacando a los coros, y la también reciente “Nueva vida” nos devolvieron a la realidad, antes de los bises con una siempre brutal “Paranoia” (con Wall of death incluido), “Quizás no sea nadie” y “Mentes”, una de los dos trallazos no incluidos en “El M4l”, y que han publicado a través de sus redes sociales. A pesar de los inconvenientes, Vita Imana y “El M4l” no defraudaron.
Tras otro largo parón (con nueva prueba de sonido de por medio), los reyes del Thrash patrio saltaron al escenario, recibidos como héroes. Los galones no les quedan pequeños a Angelus Apatrida, que al tiempo que reparten sonrisas aplastan cráneos con canciones como las iniciales “Vomitive”, “The Heart of the nations”, “The calm”, “Energy” y “Free your soul”. Por si alguien no lo sabía aún, los manchegos rememoran el 10º aniversario de su segundo disco, “Give’em War”, todo un clásico ya del metal español, y Zaragoza era la primera de las cuatro ciudades que han invitado a celebrarlo. Fue el disco que les puso allí arriba, y que les llevó a fichar por una multinacional como Century Media, y que comenzó una carrera llena de éxito que les ha hecho viajar por todo el mundo. Intercalaron más temas de este trabajo (se agradece que no lo tocaran en orden), como “Room 237”, “So injustly” y las siempre efectivas “Give’em War” y “Corruption” con otras posteriores como “Of Men and Tyrants” una fantástica versión del “Five magics”de Megadeth, para regocijo de sus incondicionales. Parece que Guillermo Izquierdo se ha quitado el “estigma” del Mustaine español. Entre el rubio guitarra y su compañero David Álvarez se reparten los solos de forma bastante equitativa, y lo cierto es que ambos están a un nivel casi inalcanzable para el resto de mortales. Lo mismo que del bajista Jose Izquierdo y el batería Víctor Valera. Se nota lo curtida que está la banda; son muchísimos conciertos por todo el globo (150 el año pasado, nos confirmó David en una entrevista que podréis leer en los próximos días), la máquina está bien engrasada y no hay quien la pare.
El público estuvo muy encima en todo momento, aunque quizá entre la hora y, como dijo el propio Guillermo, “Vita Imana los había dejado algo cansados”, no estuvo tan activo como en la actuación anterior. “Never forget” sería la (casi) última mención al álbum protagonista de la noche, antes de dar paso a una recta final con un tema de cada disco (salvo “Clockwork”, ya representado al principio del concierto por “Of Men and Tyrants”), y de la que Guillermo improvisó una breve presentación de cada una, para situarnos en la historia de la banda. End Man (que por si alguien no lo recuerda, fue estrenada por primera vez en Zaragoza, hace casi tres años) fue la primera, con ese estribillo tan pegadizo, seguida de la “maideniana” “Versus the World”, la perla de su debut, que puso a cantar a toda la sala con esas melodías de guitarra tan Steve Harris. El himno “You’re next” aventuraba un final de vértigo, coronado por el habitual cierre con “Thrash attack”, que terminó con los cuatro jinetes negros de Albacete erigidos como hijos adoptivos de Zaragoza, que hasta la fecha nunca ha visto un concierto de Angelus Apatrida que baje del sobresaliente.
Día:15-09-2017
Hora:20:00
Sala:Centro Cívico Valdefierro
Ciudad:Zaragoza
Puntuación:9
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