En tiempos actuales, la eclosión del thrash metal no se puede ver más que como una moda. Como siempre sucede, una generación nueva redescubre algo que se hizo veinte o treinta años atrás, lo adapta a tiempos actuales y de golpe y porrazo hay un revival que beneficia, en primer lugar, a las bandas que lo crearon. Esto sería cierto del todo si las bandas que lo crearon (el famoso “Big Four” compuesto por METALLICA, ANTHRAX, MEGADETH y SLAYER y otros circundantes como EXODUS, DEATH ANGEL y demás) no hubieran tenido cierto empuje popular en años recientes. Pero dado que el thrash metal más puro llevaba tiempo en los radares nuevamente, lo que ha hecho la nueva generación tan solo ha sido atraer a unos cuantos nuevos adeptos poniendo caras jóvenes en un panorama en el que la perilla canosa de Tom Araya da más impresión de cansancio que de violencia sónica desmedida. Así mismo, de no ser por el llamado “revival” del thrash, giras como la del Big Four difícilmente estarían congregando a 100.000 personas por concierto en algunos países. ¿Que es lo pasa en todo este asunto pues? Sencillo: la gente está cansada de música prefabricada. Y tanto da quien la haga, si nuevos o viejos. La gente quiere que le pateen la cabeza con energía y decisión.

ANGELUS APATRIDA son, probablemente, la banda que más energía, decisión y agallas tiene en nuestro país a la hora de romper cráneos a guitarrazos. Jóvenes, enamorados del ideal más romántico del thrash, pero poniendo sus propias reglas, los de Albacete han conseguido con su nuevo disco, “Clockwork”, llegar a lo más alto. Ficharon por Century Media, salieron a girar por Europa con Warbringer y ahora se están pateando España en olor de multitudes tocando un estilo que hace diez años había sido certificado como clínicamente muerto. Con dos cojones.

El show de la sala Razzmatazz 2 de Barcelona fue toda una declaración de principios. Más de 400 personas entre el público, una cifra similar a la congregada por la banda el día anterior en Madrid, que fliparon con los manchegos. Hubo circle pits, mosh por un tubo y mucho y buen metal. La banda no dejo títere con cabeza en una hora y cuarto, tras haber sido precedidos por los CRYSIS (que ganaron la batalla de bandas de Wacken del 2009, otros héroes nacionales) y THE EYES, una de las grandes esperanzas de la movida catalana más agresiva.

En sus 75 minutos, ANGELUS APATRIDA tocaron metal para dar y regalar, arrancando con la violenta “Blast Off”, y siguiendo el set con “Of Men And Tyrants”, “free Your Soul”, “Clockwork”, “Corruption”, “Fuck You”, “Devil Take The Hindmost”… guerra sónica en estado puro. El sonido no estuvo demasiado mal para ser la sala Razzmatazz 2 y en todo momento se vivió un ambiente de camaradería con el público que es muy encomiable en los tiempos que corren. En el tramo final del show, tras “Versus The World”, “Vomitive” y la brutal “Thrash Attack”, el bajista  José Izquierdo bajó al publico a chocar manos mientras el siempre entregado Guillermo  Izquierdo daba púas y firmaba autógrafos desde el escenario.

Una banda que sabe cuidar a su público siempre es una buena banda. Tenemos ANGELUS APATRIDA para rato.

Texto y fotos: Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)

Asistentes:400

Día:12/11/2010

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9