Andy Timmons llena Barcelona de feeling pese al tipo que decía «Tio, toca algo de Danger Danger»

Andy Timmons siempre fue un guitarrista fuera de serie. Cuando recaló en Danger Danger a finales de los 80 hizo de lo que podría haber sido una banda cualquiera de pop-metal un grupazo cuyos dos primeros discos siguen siendo a día de hoy recordados como grandes obras, especialmente “Screw it!”.

Andy Timmons siempre fue un guitarrista fuera de serie. Cuando recaló en Danger Danger a finales de los 80 hizo de lo que podría haber sido una banda cualquiera de pop-metal un grupazo cuyos dos primeros discos siguen siendo a día de hoy recordados como grandes obras, especialmente “Screw it!”. La imaginación, destreza y ejecución de Timmons como guitarrista llenaban de vida aquellas canciones y aún a día de hoy muchos acuden a sus conciertos con la esperanza de escucharle tocar algo de aquellos discos, cosa que nunca sucede. Y no es porque Timmons reniegue de su pasado, pero viendo lo que tiene que ofrecer en un contexto de trio instrumental como el que empleó en Barcelona hace unos días, no es necesario irse 25 años atrás a buscar himnos del hard rock melódico de la era MTV.

Timmons tiene como último producto editado en el mercado un disco tributo a los Beatles, el cual muestra como una gran canción es una gran canción se toque en el contexto que se toque. En el show de Barcelona realizó un tremendo medley en el cual se dio un paseo por “Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band”, “Lucy in the Sky with Diamonds”, “With a Little Help From My Friends” y unas cuantas más, deleitando a todos los presentes. Pero el resto del set incluyó mucho más, con una buena selección de temas de sus discos en solitario previos. Sonaron “Deliver Us” y “Helipad” de “Resolution”, su trabajo de 2006. Sonó “Super 70’s” con la que abrió el show y recordó su ya lejano “That was then, this is now” de 2002. También sonaron “Cry for You” y “Electric Gypsy” del mismo disco. En todo momento, Timmons fue el amo del escenario, danzando con su guitarra y disfrutando cada segundo de la actuación. A fin de cuentas, diez años atrás no tenía ni a la mitad del público viéndole en el Guitarfest de la sala Bikini y ahora tenía una entrada muy decente en un concierto para el solo, pues más de 400 personas vinieron a ver al genio americano.

Posiblemente los únicos que recuerden Danger Danger fueron aquellos dos que gritaron “maaaan, play some Danger Danger” en uno de los silencios entre tema y tema. El resto del público parecía encantado de observar como Timmons usaba su guitarra casi como un pincel con el que pintar un cuadro distinto en cada canción.