La primera visita de los de Ohio no generó demasiado interés entre las huestes roqueras de esta ciudad.Contando un poco por encima deberíamos ser menos de un centenar de personas las que nos reunimos la noche del pasado sábado para disfrutar de estos auténticos bebedores de cerveza y animales del rock más directo.

Michael (bajista y voz), Steve (guitarra, coros y ocasional voz) y Frank (batería -espero no equivocarme, pero entendí que ese era su nombre- al final Keith, su batería de siempre no apareció en escena) desplegaron todo su potencial sobre las tablas durante su algo breve actuación. Aunque no por ello dejó de ser intensa. En realidad viendo la asistencia al local si yo hubiera sido el músico se me habrían caído al suelo, pero la profesionalidad de la banda quedó patente a lo largo del show. Cuanto más avanzaba este, con más ganas tocaban y buena culpa de ello lo tuvo la respuesta del público. Muchas fueron las veces que Michael agradeció a los asistentes que estuvieran allí, incluso se pegaba –literalmente- unos fuertes golpes en el costado derecho de su pecho, a la altura del corazón, dando a entender que con nuestra actitud allí estaríamos por siempre jamás, en su corazón.

Pero bueno, pasaremos a hablar un poco de lo que aconteció en el apartado musical estrictamente.

El motivo de la visita no era otro que presentar en vivo los temas de su recientemente estrenado nuevo disco con título altamente explícito: Hard. Así que el grueso del show se lo llevó dicho disco. Cinco fueron los temas que pudimos escuchar. Ya desde el inicio la banda atacó con dos temas del mismo, como son Bock y No Pity, exactamente con el mismo orden como suenan en el disco y sin un descanso entre ellos. Los siguientes temas nos llevarían hasta el 2003, año de edición de Red, White, Black & Blue, Can’t throw stones, un tema con cierto aire Stoniano y Shitkicker, un potente tema, directo y efectivo.

Barely half alive aún nos transportaba más lejos en el tiempo. Año 2000, el año que la banda editó su primer disco Last of a dying breed (que por cierto no hace mucho apareció de nuevo en el mercado acompañando a un directo de título bastante representativo, If you want bud…you got it –creo que su amor por los australianos queda patente con dicho título y su amor por la cerveza bien fría-).

El tema podría ser un pequeño clásico dentro de los límites de popularidad de la banda.

Tras un nuevo descanso la banda atacó con un nuevo tema, Rock and Roll dog, no sin antes avisarnos Michael, que podíamos comprar su nuevo disco al fondo de la sala a la pequeña rubia francesa que estaba vendiéndolo. Incluso se permitió la broma de que podíamos decirle cualquier cosa que no se enteraría. Por cierto, hay que reconocer que finalizado el show, la pobre chicha tuvo trabajo extra vendiendo camisetas y discos.

Aunque si algún tema se lleva la palma en cuanto a popularidad se refiere, este sería sin duda, Drank too much, seguramente el tema más coreado anoche. Perteneciente a su primer álbum es toda una declaración de principios. El tema fue enlazado con otra nueva composición Sometimes you eat the pussy. Momentos antes Michael estuvo comentando que iban a interpretar unas canciones de amor, que él era un romántico, lo cual nos hizo esbozar una leve sonrisa en nuestros rostros.

Tras este último tema la banda abandonó el escenario, aunque sólo fueron unos minutos, incluso diría que en realidad fueron segundos.

De nuevo el trío estaba dispuesto a rockear con fuerza. Michael asió el micrófono y comentó que su gran amigo Steve Theado, además de un gran guitarrista era también un gran cantante, tras lo cual preguntó si allí había aquella noche algún fan de Deep Purple y ante el griterío del respetable (imagino que decíamos sí) la banda en pleno atacó una más que digna versión de Black Night. Aunque debo confesar que el bueno de Steve suena mejor como guitarrista que como cantante.

Workin man, tema de Scars –n- bars, fue el último tema de la noche, enlazado con la versión de los Purple, incluso hubo tiempo de lucimiento para los miembros de la banda. Un pequeño sólo de batería, un pequeño sólo de guitarra y un pequeñísimo sólo de bajo con la presentación de los respectivos componentes fue el broche de oro para una gran noche de rock and roll.

Es evidente que la banda no llenará nunca un estadio, ni siquiera un pabellón, pero saben hacer disfrutar de su música a todos aquellos fans que se acercan a verlos, aunque sean una minoría como la pasada noche.

El sonido de la banda se acerca bastante a unos Nashville Pussy, no es extraño que ambas bandas sean fans de Motorhead, pero también podríamos encontrar sonidos de AC/DC, Ted Nugent o Black Sabbath. Es una lástima que tras cinco discos de estudio no se les conozca más en Europa, aunque parece ser que en Alemania son toda una institución (tienen hasta una página web enteramente en alemán!!).

Volviendo al show de nuevo y antes de finalizar esta breve crónica, comentar que en todo momento la banda estuvo absolutamente volcada con su público (entre los que obviamente me cuento) y en el apartado de anécdotas me gustaría resaltar las palabras de Michael Hannon en un momento del show. Vino a decir que es igual que lleves el pelo largo, corto o que no tengas pelo. El rock and roll se lleva en el corazón y esa es nuestra religión.

Aunque ellos también atesoran un gran amor por la cerveza. En un momento del show cuando Steve está interpretando un pequeño sólo de guitarra, Michael nos hace ver que no es muy bueno, que Steve necesita gasolina, la cual llega en forma de cerveza, así mientras Steve sigue con su sólo, Michael le echa literalmente sobre su boca tan preciado líquido.

Como última anécdota no me gustaría acabar estas líneas sin decir que Hannon fue miembro de Salty Dog, una banda de principio de los 90 que tan sólo editó un disco, pero que su rollo musical estaba más cercano al Sleazy con toques blues (su versión de Spoonfool así lo atestiguaba) que casualmente tampoco tuvo mucho éxito mundialmente hablando. Y es una lástima que la banda no interpretase alguno de aquellos viejos temas, me hubiera hecho gracia escuchar a Michael imitar la voz de Jimmi Blacher el oxigenado cantante de Salty Dog. Y no es que no lo hayan hecho nunca. Poseo algún pirata en vivo donde interpretan más de un tema de esa formación y escuchar a Michael forzar su voz para cantar en agudo es todo un poema.

En fin, aquí llega el final de ésta crónica, no sin antes comentar algo sobre Maggot Brain, la banda que abrió para los Americanos.

Por algo que no llego a entender, cuando accedí a la sala la banda llevaba algo de tiempo sobre las tablas, así que sólo pude oír uno de sus nuevos temas y una trepidante versión de Motorhead con la participación de la guitarra de Steve de American Dog, que según palabras de Carlos Macías, cantante de los Maggot, durante el ensayo de anoche, aunque luego corrigió a esta madrugada, puesto que eran las seis o las siete de la mañana cuando la estaban ensayando, sonó bastante bien, a ver que pasaría al tocarla en público. Tras ella la banda interpretó un último tema y acabó el show, algo corto para el que esto suscribe, tan sólo pude escuchar tres temas!!.

Aunque no conozco mucho la discografía de la banda si que poseo una copia de su disco homónimo y no esta mal.

En definitiva, ojalá la vuelta de estos roqueros de pro a nuestros escenarios llame a más gente y podamos disfrutar mucho más. Debemos conseguir hacer realidad el dicho: Cuanto más seamos más reiremos.

Texto y Fotos: Salva G.

Promotor:N.D.

Asistentes:100

Día:05/05/2007

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8