Alquimia aleccionan Reus

Con una puesta en escena reservada pero valiente y con mucha concentración la banda seguía repasando los temas de su primer trabajo de larga duración con una exigencia técnica mucho más trabajada y superior que en los conciertos dados en la pasada temporada

Hacía una noche perfecta en Reus, pronóstico de la entrada de un verano que no podía ir acompañado de la mejor manera. O al menos es lo que los seguidores de ALQUIMIA comentaban: un festival popular que desde 2003 se celebra por las alturas de las fiestas de Sant Joan y que ha ido evolucionando a lo largo de los años, hasta lograr una macro producción y Metal en dos de sus cuatro días de edición.

Las altas horas podían hacer menguar a la audiencia que, tras días de fiesta y horas en pie, se vería afectada por el cansancio y el agotamiento. No fue el caso. Aun habiendo un retraso considerable,  los seguidores de ALQUIMIA guardaban férreamente las primeras filas hasta en el momento que empezó la actuación. El Heavy Metal en el festival había estado reclamado desde hacía mucho por este sector, y lo demostraron a escasos pocos minutos de las tres de la madrugada cuando la banda salía en escena tras la intro Mutus Liber y posterior “El Lobo y el Arca”.

El escenario tendría un tamaño aproximado de 150m2 y un consumo en sonido superior a los 100.000W, con una calidad y ejecución técnica excelente. Pero por alguna razón, posiblemente por la dificultad añadida en la manipulación de un equipo tan grande y el cambio a una banda con un sonido totalmente distinto al anterior, afloraron algunos fallos de sonido que afectaron directamente a la producción y lo que tenía que ser una bomba de sonido tuvo que esperar. El solo de teclado dejó de escucharse por un momento, y tal vez le hacía falta potencia a la voz y más cuerpo a los graves. Algo que por suerte de todos fue solucionándose a lo largo del concierto y no importó demasiado a los fans que seguían cantando y saltando con “Dama Oscura” y posterior “Ángel Caído”. Un acierto rescatar temas míticos de la anterior banda de Alberto Rionda AVALANCH, puesto que incluso los más veteranos aparecían de otros rincones del recinto para corearlas.

Con una puesta en escena reservada pero valiente y con mucha concentración la banda seguía repasando los temas de su primer trabajo de larga duración con una exigencia técnica mucho más trabajada y superior que en los conciertos dados en la pasada temporada, y es que cada movimiento cuenta para demostrar que mereces estar en primera línea Estatal. La banda ha estado trabajando duro para mejorar y corregir aspectos del directo y es lo que se acaba viendo: las notas fluían y se proyectaban de forma coordinada y limpias como el agua mientras que la interacción con el público conectaba como es debido en un directo de Metal.

Temas como “Divina Providencia” nos hacen recordar que las composiciones están pensadas con el corazón y que lo único que desea Alberto Rionda es hablarte con la música. El show seguía su curso y tuvimos la oportunidad de volver a escuchar Xana de AVALANCH, tema que despertó la euforia de toda la audiencia y, con “Santa Bárbara”, “Torquemada”, “La Morada del Aqluimista” y “Sacrificio” y las gratitudes para audiencia y organización, cerraron hora y media de concierto.

Lo más admirable de la jornada fue a las horas que se desenvolvió y la paciencia de los asistentes para disfrutar de una banda a la que se le exige muchísimo, y que por ahora solo tiene un álbum con el que ha tenido la oportunidad de presentarlo en grandes producciones a un alto nivel. La excelencia y el progreso que les envuelve harán de ellos una joya de nuestra escena siempre que sigan como ahora. Puede que haya algunos fallos en la ejecución pero no es nada que no se pueda resolver con experiencia y perseverancia.

Estamos ya ansiosos por escuchar algo de su segundo trabajo de larga duración, aunque habrá que esperar. ¡Nos vemos al próximo!