Alice Cooper y Deep Purple, inmensos en el segundo día de Rock Fest Barcelona
Segunda jornada de Rock Fest ayer sábado en el Parc de Can Zam de Santa Coloma de Gramenet. Algo más de gente que en la primera jornada, aproximadamente 20.000 personas que llenaban el recinto especialmente a partir de las 20:00h, cuando se acercaban las bandas potentes del día. Todas estuvieron a gran nivel pero está claro que la veteranía es un grado y entre Deep Purple, Alice Cooper y Saxon hicieron que todos nos alegrásemos de que los viejos rockeros sigan ahí. Tan solo un “Smoke on the Water” puede hacer que 20.000 personas levanten sus voces en un rugido colectivo después de diez horas de conciertos.
Segunda jornada de Rock Fest ayer sábado en el Parc de Can Zam de Santa Coloma de Gramenet. Algo más de gente que en la primera jornada, aproximadamente 20.000 personas que llenaban el recinto especialmente a partir de las 20:00h, cuando se acercaban las bandas potentes del día. Todas estuvieron a gran nivel pero está claro que la veteranía es un grado y entre Deep Purple, Alice Cooper y Saxon hicieron que todos nos alegrásemos de que los viejos rockeros sigan ahí. Tan solo un “Smoke on the Water” puede hacer que 20.000 personas levanten sus voces en un rugido colectivo después de diez horas de conciertos.
Pasamos a hablar de cada una de las bandas del festival en esta segunda jornada.
LORDS OF BLACK
Siempre es difícil abrir la jornada en un festival. Pero cuando eres una banda de la talla de Lords of Black es pan comido. Los de Tony Hernando y Ronnie Romero salieron al escenario con muchas ganas, pese a que mucha gente estaba todavía entrando. Tocar a las 12:30 del mediodía en el mes de julio nunca es plato de buen gusto pero la banda lo resolvió con clase y energía.
Canciones como “Merciless” o “Shadows of War” mostraron el tremendo potencial de una banda que demuestra lo que el power metal es en el año 2017. Levantaron el parque de Can Zam ante unos cuantos fieles, aunque menos de los que deberían haber sido.
DIRKSCHNEIDER
Poner a Udo Dirkschneider a cantar clásicos de ACCEPT a las 13:30 era una decisión muy discutida por el público. Su set robusto diseñado especialmente para festivales funciona a cualquier hora, pero se hablaba de la falta de respeto a un veterano que supone ese horario. La realidad logística es otra y Udo y su banda tenían que coger un avión esa misma tarde a otro festival, así que no quedaba más remedio que achicharrarnos las balls to the wall. No llegó a una hora pero hubo espacio para posturitas heavys en el frontal del escenario y una sarta de himnos del metal como pocas bandas tienen. “Starlight”, “Living For Tonite”, “Midnight Mover”, “Princess of the Dawn” y las inmortales “Metal Heart” y “Balls to the Wall” animaron el cotarro a primera hora.
ÑU
Se hizo algo raro eso de ver a Ñu a pleno sol pero se agradeció la entrega y ganas de una banda que suena que atruena. El señor Mayer venía con unos teclados a lo Keith Emerson y la mano de Gorka Alegre al bajo se nota. Show entretenido, colorista y con un poso clásico importante. “Animales sueltos”, “La granja del loco” y “No hay ningún loco” demostraron que el Molina sigue en plena forma. Grandes demostraciones a la flauta con “King’s Henry’s madrigal” y “Boureé”. Hubo espacio para solos y divagaciones instrumentales pero en ningún momento se hicieron pesados. Mayer dio paseos por escena animando a la concurrencia que se motivó con “El tren”, pero sobretodo con “El flautista”, haciendo bailar al respetable. El final llegó con “Imperio de paletos”, toda una declaración de intenciones… El Molina gastó su habitual humor e hizo más tarde una de las suyas anulando la firma de discos por afonía (¡!!!).
SODOM
Tras el punto clásico y nostálgico que aportaron ÑU, saltaron los germanos SODOM al escenario a barrer con todo. No deja de ser curioso que una banda que no se pierde prácticamente ninguno de los grandes festivales peninsulares, apenas haya venido de gira un par de veces por aquí en el último cuarto de siglo. Sea como fuere, quien más o quien menos todo el mundo ha visto a SODOM en alguna ocasión y sabe de qué pie calza la banda liderada por Tom Angelripper. Con un sonido bastante decente, SODOM arrancaron a ritmo de “In Retribution”, el espectacular corte que abre su nuevo trabajo. Repasando con “In War and Pieces” su también reciente disco homónimo, los germanos empezaron a tirar de repertorio para animar el cotarro y cortes clásicos como “Sodomy and Lust”, “Outbreak of Evil” o “Agent Orange” pusieron el parque de Can Zam patas arriba. Como viene siendo habitual, SODOM siempre han rendido tributo a MOTORHEAD en sus conciertos con algún corte clásico de los británicos (más aún tras la muerte de Lemmy). Para la ocasión, nos tenían guardada una curiosa sorpresa invitando a subir al escenario a Abbath cuya banda tributo de MOTORHEAD, Bombers, actuaba también en el festival. Juntos y apoyados por un público entregado los germanos se marcaron un “Iron Fist” de infarto que supo a gloria. Pese a algunos problemas técnicos con el amplificador de Bernemann que a veces se apagaba y el cable de Tom que no paraba de desconectársele debido a su escueta longitud (¿Tanto costaba cambiarlo?), SODOM siguieron ametrallando a la audiencia mezclando cortes más recientes como “City of God” y “Calígula” junto a más clásicos como “Remember the Fallen”, “Ausgebombt” o “Bombenhagel” con la que cerraron una actuación excelente.
ORDEN OGAN
Soy de los que piensa que Orden Ogan están llamados a crecer y que pronto serán capaces de hacer giras por España como cabezas de cartel. Su nuevo disco “Gunmen” es clave para ello aunque tampoco dieron excesiva cabida a los nuevos temas. Buen sonido y ambientación del Oeste para un show dinámico con coros enlatados. En directo suenan mucho más powermetaleros que en disco y gustaron con un “Pirates” muy efectivo y con la potente “Here at the End of the World”. Se nos pidió colaboración para cantar el estribillo de “Gunman” que gana mucho en directo, y del nuevo disco también nos regalaron “Fields of Sorrow”. Buen papel de “Seeb” Levermann a las voces y buen final con dos de sus mejores temas: Primero un “F.E.V.E.R.” y luego un “The Things We Believe in” con ese poso absolutamente “Rough Silk”. Powermetal de corte hímnico con momentos brillantes, pero si no conoces a la banda entiendo que puedan sonarte a más de lo mismo. Veremos si dan ese paso adelante pronto.
GOTTHARD
No pudieron venir de gira con Pretty Maids y había muchísimas ganas de disfrutar del show de los suizos Gotthard. Son una de las instituciones del hard rock melódico y van sobrados de clase a pesar de que para todo el mundo la baja de Steve Lee hace que ya nada sea lo mismo. Nic Maeder es un grandísimo sustituto y el grupo se defendió bien con temas de sus dos últimas obras destacando “Stay with Me”, y clásicos como “Sister Moon” o “Mountain Mama”. Se apoyaron de la pantalla trasera tirando de imágenes y videoclips y llegaron a emocionarnos con una sentida “Heaven” a acústicas en la que insertaron la voz del fallecido Steve Lee. Tremendo final de fiesta con el “Hush” (que también tocarían Deep Purple) y clásicos de la talla de “Lift U Up” y “Anytime, Anywhere”. Leo Leoni sigue siendo el líder de un grupo que convenció pero no llegó a enamorar como en otras ocasiones.
GLORYHAMMER
Vaya con los locos de Gloryhammer… Asaltaron el Rock Fest al grito de “Hola Cataluña” y con un telón donde se podía leer “Hoots”. Parecen los empleados del mes en Portaventura, disfraces incluidos, y tiraron de simpatía derrochando entrega, actitud y vestidos con esos trajes espaciales. Obviamente todo es parodia pero musicalmente el grupo posee gancho y gusta. Los miles que allí estuvieron presentes salieron encantados con sus numeritos de beber cerveza, que “todos los tíos en España se llaman Juan” o un crowdsurfing de un chico para que el cantante se hiciera traer una cerveza. Power metal galáctico-absurdo con un dinamismo en el escenario propio de los inicios de Dragonforce. Divirtieron especialmente con “The Hollywood Hootsman” o el tema que versa sobre una invasión de unicornios en la ciudad de Dundee. Fiesta y locura a toda velocidad para un show en el que se ganaron a varios cientos de fans.
CARCASS
Año y medio después de su última gira por la Península (la primera que hacían desde 1994), CARCASS volvían a pisar territorio nacional para el gozo de sus seguidores, conscientes de que no son una banda precisamente fácil de ver en directo y que nadie sabe a ciencia cierta cuánto va a durar esta reunión. Con un sonido demoledor y un grueso de audiencia poco común cuando les toca el turno a las bandas de metal extremo, CARCASS demostraron estar en el mejor nivel de toda su carrera. Lejos de la maquinaria ruidosa y cafre que solían ser en sus viejos días, los actuales CARCASS están engrasados y compactados a un nivel al que pocas bandas llegan. Lógicamente, su parentesco con el viejo Death Metal y el Grindcore hará que mucha gente prefiera la versión garrula del grupo que ésta actual mucho más pulida, cuestión de gustos. Lo que es innegable es que ver a Bill Steer y Jeff Walker a sus casi 50 años repartiendo cera de esa forma deja huella. Arrancando con la intro “1985” y el corte que abre su último trabajo “316L Grade Surgical Steel”, los británicos actuaron cual apisonadora sobre una audiencia rendida y con ganas de más. Los viejos cortes del grupo no tardaron en llegar de la mano “Exhume to Consume” o “Reek of Putrefaction” que suenan de muerte con esta nueva versión del grupo mejorada sobre todo por la incorporación de ese monstruo de las baquetas llamado Daniel Wilding, quien ha llevado a CARCASS a un nivel inalcanzable en la época de Ken Owen. Más cortes de su última obra “Surgical Steel” fueron sonando alternados con viejos cortes del grupo, alguno de los cuales poco común en su repertorio como el rockero “Keep on Rotting in the Free World” que presentaron en forma de medley junto a “Black Star” también de su último (y polémico) trabajo antes de separarse a mediados de los 90, “Swansong”. Cerrando su actuación, CARCASS desató la locura con sus dos temas más populares y conocidos, “Corporal Jigsore Quandary” y “Heartwork” que pusieron el broche de oro a una actuación impecable.
BLUE OYSTER CULT
Mala fortuna la de los norteamericanos quienes actuaban por aquí por primera vez desde los años 70 si no tengo mal entendido (a excepción de un par o 3 de festivales más recientes). Nada más arrancar su actuación, la lluvia se apoderó de Can Zam aunque por fortuna, duró poquito. La gente resguardada donde podía, fue poco a poco saliendo y acercándose al escenario a ver a BLUE OYSTER CULT, una banda clásica y mítica, para muchos de culto, difícil de ver y saborear. Como fue habitual durante toda la jornada del sábado, el sonido fue bastante digno y creo yo superior al del día previo donde varias bandas no acabaron de sonar todo lo bien que deberían. Con todo de cara, la banda liderada por Eric Bloom y Buck Dharma dio un recital solo al alcance de bandas legendarias que llevan medio siglo sobre los escenarios. Nunca tuvieron el éxito de muchos de sus coetáneos, pero a lo largo de los años han sabido labrarse una buena legión de seguidores que se amontonaron en las primeras filas para presenciar esta actuación única. El nivel del grupo era estratosférico lo que provocó que la inmensa mayoría de los presentes -seguramente desconocedores del repertorio de la banda- se quedaran embobados viendo como los de New York repasaban muchos de sus clásicos de los 70 y los 80, el gran grueso de su repertorio, como las sobradamente populares “Godzilla” y “(Don’t Fear) The Reaper” que puso Can Zam patas arriba con sus delicadas y contagiosas armonías de voz. Tras 15 años sin actividad discográfica, todo parece indicar que habrá nuevo disco de BLUE OYSTER CULT para el año que viene, motivo esperemos justificado para volverse a dejar caer por aquí de gira.
EMPEROR
No fuimos pocos los que coincidimos en que la actuación de los noruegos fue lo mejor de lo que llevamos de festival. Sin nuevo trabajo de estudio desde principios de siglo, EMPEROR no han parado de reunirse y separarse hasta el punto de confundir completamente a sus seguidores. Separados inicialmente en el 2001, los noruegos suelen aprovechar ocasiones muy puntuales para reactivarse y girar o tocar en festivales. En esta ocasión, la banda de Ihsahn y Samoth presentaba una gira del 20 aniversario de su disco probablemente más conocido y sin lugar a dudas más ambicioso, “Anthems to the Welkin at Dusk”. Sumado al hecho de que EMPEROR era la primera vez que visitaban el país, la actuación de los noruegos se perfilaba como única e irrepetible. Tras la majestuosidad de la intro “Alsvartr (The Oath)”, la banda empezó a desgranar uno a uno los cortes del disco en el mismo orden y cuidando hasta el más mínimo detalle. El sonido fue realmente bueno, algo necesario tratándose de una banda con tanta cera y tantísimos arreglos ejecutados a la velocidad de la luz. Desde la veloz “Ye Entrancemperium” hasta la épica “With Strenght I Burn”, EMPEROR mostraron sobradamente porque poseen el status que tienen, tanto compositiva como escénicamente hablando. Una vez repasado el disco de cabo a rabo, los noruegos todavía tenían guardados algunos ases bajo la manga en forma de 3 cortes más de sus otros discos, probablemente los más conocidos como son “Curse Ye All Men”, “I Am the Black Wizards” e “Inno a Satana” que cerró su actuación por todo lo alto.
DEEP PURPLE
No me gustaría hablar de decepción pero no encuentro otra palabra para calificar el show lento, lastrado y repleto de solos de unos Deep Purple cumplidores y poco más. Son una de las bandas más míticas de la historia y siempre es un placer y una bendición disfrutarles pero centrarse en el material de nuevo cuño en un show de festival puede llegar a desesperar. Y lo peor de todo es que considero que el nuevo disco posee grandes composiciones de la talla de “Time for Bedlam” y “The Surprising”. Ian Gillan está en un buen estado vocal, se cuida y ataca algunos agudos contados. Glover y Paice son los motores y la clase de Don Airey y Steve Morse son espectaculares. Arrancaron bien y “Fireball” y “Strange Kind of Woman” hacían presagiar una velada inolvidable. Pero los temas nuevos y el festival de solos explosionó relegando a los clásicos a un “Lazy” que asomó entre “Johnny’s Band”, “Birds of Prey” y Hell to Pay”. El solo de Airey tuvo un recuerdo para el Mr. Crowley de Ozzy e incluyó el himno de Cataluña. Detallitos que no paliaron momentos algo soporíferos. La remontada en el tramo final llegó con “Perfect Strangers” y un “Space Truckin’” muy bienvenido. Pero estaba claro que “Smoke on the Water” se lo iba a llevar de calle, y así fue. “Hush” sonó por segunda vez este día, pero lo que no puedes hacer nunca es un solo en los bises… Y Purple lo hicieron para desespero de muchos. Gratificante final con un “Black Night” festivo aunque seguimos echando de menos “Highway Star”.
EXCITER
Salir a tocar después de las descargas impecables de titanes (Cada uno en su género) como EMPEROR y DEEP PURPLE, no debe ser fácil. Los canadienses, abanderados del Speed Metal ochentero de corte más Underground, salieron a barrer la carpa del Rock Fest ante una nutrida audiencia que poco a poco fue abandonando el recinto tras la curiosidad inicial. Seamos realistas, EXCITER nunca fue una banda que arrastrara masas de gente por lo que era de esperar que esas pocas miles de personas amontonadas frente al escenario al empezar su actuación se redujeran a unas pocas centenares al finalizar la misma. Gran parte de la desbandada imagino que procedió del triste estado vocal de Dan Beehler, quién perdió la voz a medio show y acabo el mismo semi afónico imitando al Pato Donald, una lástima pues los canadienses lo tenían todo de cara para haber dejado huella. Reunidos recientemente con el line-up original en forma de trío, EXCITER venían presentando un setlist centrado básicamente en los temas más conocidos de los 80, los de sus 4 primeros trabajos que fueron los protagonistas de su actuación. Pese a las adversidades, los más acérrimos del grupo amontonados en las primeras filas se lo pasaron pipa coreando temas como “I am the Beast”, “Violence & Force”, “Heavy Metal Maniac”, “Pounding Metal”, “Beyond the Gates of Doom” o “Long Live the Loud” con la que si no recuerdo mal cerraron su actuación dejando un sabor de boca agridulce.
ALICE COOPER
Cuando vas a ver a un concierto de Alice Cooper y lo has visto ya por enésima vez, sabes casi de memoria qué va a pasar en cada momento. El monstruoso gigante, la muñeca, la camisa de fuerza, la enfermera, la guillotina… Y te paras a pensar que por qué no cambia de show para sorprenderte un poco. ¿Pues sabes esas películas que conoces de memoria y sigues viendo una y otra vez? Un concierto de Alice Cooper es lo mismo. Es una obra musical de principio a fin. Con un directo impecable y un show perfecto. Y además siempre estás esperando el momento en el que le ponen a Alice Cooper la camisa de fuerza y empieza “Ballad of Dwight Fry” porque sabes que se acerca el momento en el que le van a meter en la guillotina y le van a cortar la cabeza. Y sabes que esta vez sí que vas a pillar el truco. Le oyes gritar ‘I wanna get out of here’ y abres bien los ojos porque llega el momento: él intenta zafarse de la malvada enfermera estrangulándola con las tiras de su camisa de fuerza, pero ella lo apuñala y los guardas se lo llevan directo a la guillotina. De nuevo ves en directo como pestañea con la cabeza atrapada entre maderas (las grandes pantallas te lo confirman), como suda y se muerde los labios, y mientras tanto tú no te atreves a pestañear para no perderte ni un solo detalle. Pero de nuevo, cuando cae la afilada hoja de metal y la sangre salta, el verdugo alza la cabeza de un muñeco. Y de nuevo ¿cómo lo ha hecho? Una vez más Alice Cooper lo ha vuelto a conseguir y tú sigues con la boca abierta. Éste es un concierto para saltar, cantar, emocionarse y disfrutar. Los fans cantarán todas sus canciones (Feed My Frankestein, Poison, I’m Eighteen…) pero los que no le hayan visto nunca o no sean unos locos de Alice Cooper, disfrutarán como niños del espectáculo. Será el ambiente de festival, será la embriaguez de verle de nuevo, pero probablemente sea de las veces que mejor lo ha hecho, cargado de vitalidad, fuerza y ganas. A todos se les veía disfrutar y eso se contagia. Eso sí, el sorpresón de la noche fue la aparición de Joe Perry, guitarrista de Aerosmith, durante el medley de School’s Out y Another Brick in the Wall de Pink Floyd. Mañana toca Aerosmith en el festival como parte de su gira Aerovederci, así que esa suerte que hemos tenido para ver 2/3 de Hollywood Vampires en directo.
SAXON
Lo de Saxon es un valor seguro. Nunca fallan y si vienen con todo literalmente arrasan. Les puedes ver 500 veces y en todas disfrutarás de esta institución. Plataformas, ventanales, fuego, el águila de luces y un inicio bestial con “Crusader”. Más no se les puede pedir… Incluyeron algún tema más reciente como “Battering Ram” y las habituales “Solid Ball of Rock” y “Sacrifice”. Byfford maneja a la gente con maestría y pone sus habituales silbidos. El águila aterrizó en “The Eagle Has Landed” y los clásicos fueron cantados por todos aquellos que todavía les quedaba voz. Siempre es un placer ver en directo “The Princess of the Night” o “747 Strangers in the Night”. Un show de festival de manual y la enésima demostración de que nosotros desapareceremos, pero Saxon y Jordi Hurtado seguirán allí.
77
Al ritmo de “We’re ‘77”, un pequeño corte de la opereta “Promised Land”, ‘77 salían a comerse el escenario. Con un directo impecable (tanto a nivel técnico como musical), ‘77 llegaban para hacerse cargo de la fiesta después de dos tornados como fueron Saxon y Alice Cooper. Pese a que las intempestivas horas hicieron que la afluencia de público fuese menos de la debida, todos aquellos que teníamos el cuerpo para seguir moviéndolo a ritmo de rock a las 3 de la mañana no pudimos parar los pies un solo momento. Absolutamente destacable cómo no pueden parar de moverse ellos mismos sobre el escenario. Guillem (bajo) y LG (guitarra) parece que lo tienen mucho más fácil, pero ni Andy (batería) ni Armand (cantante) se quedan cortos. A la mínima oportunidad saltan, bailan, se acercan al borde del escenario… Como es ya un clásico en sus conciertos, durante “Things You Can’t Talk About” LG (que verdaderamente lleva TODO el concierto saltando y corriendo de lado a lado del escenario) baja al público y sigue tocando desde la pista mientras llega hasta el final de la carpa y vuelve. Una vez en el escenario, nos pregunta si queremos que toque Blues. ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡POR SUPUESTO! Y nos deleita con un tremendo punteo de blues que te transporta a tiempos de Muddy Waters o Howlin’ Wolf. De nuevo llega la tormenta después de la calma y volvemos a no poder parar los pies. Increíble final de concierto con una ‘fast version’ de “We Will Rock You”. ¡¡Hasta la próxima, ’77!!
Texto: Jordi Tàrrega, Javi Félez, Sofia Osorio
Fotos: Toni Villen, Javier Bragado
Promotor:Rock N Rock
Día:01-07-2017
Hora:12:30
Sala:Parc de Can Zam
Ciudad:Santa Coloma de Gramenet
Puntuación:9
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