Son una buena banda, pero si el argumento con el que los ensalzamos es la originalidad, no están haciendo nada que merezca ese argumento. Molan un rato largo, de eso no nos cabe duda.

El hype puede ser muy bueno o muy malo, según lo que haya detrás para apoyarse. Con ALCEST nos encontramos con uno de esos casos en los que todo el mundo habla maravillas. La banda es muy buena, tal y como demostraron en directo, pero no me cabe duda de que un sector del público se ha lanzado a abrazar a esta banda dentro de esa eterna carrera de los más vanguardistas dentro del metal por ser el alumno listo de la clase. ALCEST, a mi parecer, no hacen nada que no hayan hecho ya ANATHEMA, SONIC YOUTH, PINK FLOYD o AMENRA en el pasado. Tan solo pasa que ahora a todo el mundo le ha dado por reconocer que son buenos en lo suyo. Incluso gente que se mueve a cierta distancia del metal y de todo lo que tenga que ver (post-metal, post-rock, lo que tu quieras) se han decidido a echarle un ojo a estos franceses. El resultado fue que doscientas cincuenta personas se plantaron en la sala Apolo 2 de Barcelona para vivir de primera mano la experiencia.

Previamente, la banda había tenido reservada la sala grande de Apolo, quizá una exageración teniendo en cuenta la discreción de su status popular en nuestro país. Aún así, es una banda que cuadra mucho más en una sala pequeña, donde las atmósferas flotan con más densidad y donde el sonido penetra con más potencia en tu ser.

Sin levantar demasiado la vista de sus cordones y con un discurso entre temas que nadie comprendía, ALCEST se dedicaron a lo suyo, que es es tocar y desarrollar sobre el escenario. “Opale” abrió la ceremonia con su majestuosa visión pop psicodélica que recuerda por momentos a U2 y en otros momentos a cualquier banda del cartel de este año del Primavera Sound. La rugosa “Summer’s Glory” nos mostró el otro lado del espectro, donde las guitarras se vuelven gruesas, casi grunge en continente, que no en contenido. No obstante, fue con la llegada de “Là Où Naissent Les Couleurs Nouvelles” que la sala entró en extásis. Su largo desarrollo, de casi diez minutos, cautivó a toda la sala sin excepciones. El deje black metalero de “Beings of Light” fue el otro gran momento de la noche, donde las rodajas de distorsión que se desprendían de los amplificadores de Neige y Zero eran lanzadas contra el público sin remordimiento.

Tras hora y media de concierto, prácticamente, cerraron el show con esa pequeña obra de arte que es “Délivrance”, que pasó nuevamente de los diez minutos y jugó a partes iguales con lo apacible y lo histérico en las guitarras.

Son una buena banda, pero si el argumento con el que los ensalzamos es la originalidad, no están haciendo nada que merezca ese argumento. Molan un rato largo, de eso no nos cabe duda.

Promotor:Madness Live

Día:2014-02-06

Hora:21:00

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8