Accept telonearon a Sabaton y el mundo no se hundió
Inmensa noche de heavy metal con tres generaciones distintas y con dos shows realmente matadores. Curiosamente Sabaton utilizan pantalones de camuflaje ártico pero el primer artista en utilizar pantalones militares en directo fue Udo Dirkschneider, ex de Accept. Más allá de este dato anecdótico agradecer la entrega tanto de público como de los tres grupos por hacernos empezar el año de la mejor manera.
El primer gran concierto del año ha venido de la mano de Sabaton y Accept en un doble cartel polémico desde su génesis. Para muchos inaceptable que unas leyendas como Accept queden relegadas a tristes teloneros, pero conociendo a los de Joakim Brodén, estaba claro que los teutones iban a tener puestos de privilegio, pues Sabaton son ante todo fans incondicionales de heavy metal. Hay que tener en cuenta que si Accept hubieran hecho su gira habrían estado en el Razz 2 a petar y con Sabaton han estado en un Sant Jordi Club amplio y con todo el espectáculo de grandes recintos. Pero el resquemor era patente y había gente que aseguraba que después de Accept se largaba. Sergi Ramos se acercó a la salida y contó 15 personas que optaron por largarse y dar la espalda a los suecos después del show de los teutones.
TWILIGHT FORCE
Antes fue el turno de los voluntariosos Twilight Force, respaldados por una discográfica potente y punta de lanza del nuevo resurgir del power metal centroeuropeo de los 90. No gozaron de un gran sonido y poco espacio, pero estuvieron entretenidos a pesar de que por momentos su calidad musical quedó algo embarullada. Juegan con disfraces medievales y orejas de elfo y parecen salidos de una portada de Blind Guardian. Combinaron lo mejor de sus dos discos y hubo detallitos divertidos como la narración del teclista-brujo de voz oscura o la velocidad de batería del monje. Hicieron el truco de Toy Dolls de tocar el guitarrista subido a caballo del bajista y Chrileon es un gran vocalista. Hay un momento en el que cuenta una historia y el grupo hace como si se reuniera en círculo para escucharle mientras siguen tocando. Las influencias orquestales de Rhapsody son notorias, pero también la velocidad de Dragonforce y el happy metal de Freedom Call. A destacar “Riders of the Dawn” y la final “The Power of the Ancient Force”. Bordean la parodia pero en sala pequeña y ante su público la cosa puede mejorar. Desgraciadamente para ellos en los 90 hubo bandas muy similares que no llegaron a nada con propuestas más interesantes…
ACCEPT
Lo de Accept es una maravilla. Capaces de volver al ruedo cuando nadie daba un duro por ellos y de enamorar en directo pero también estudio, la cual cosa es impensable. Sus tres discos con Mike Tornillo poseen auténticos himnos y cuando suenan con el sonido atronador y respaldados por ese logo gigante, con ese gong de batería y con ese decorado industrial-decadente, ves sin duda a un combo en una segunda juventud pletórica. Coreografías con instrumentos y con un Wolf Hoffman que destila carisma. El inicio con “Stampede” y “Stalingrad” fue apabullante con la concurrencia entregada y coreando estribillos de temas que, recuerdo, son actuales, pero tan bienvenidos y queridos como su material más antiguo. Hay quien sigue echando de menos a Udo en el material clásico pero “Restless and Wild” y sobretodo “London Leatherboys”, con esa mítica entrada de bajo por parte de Peter Baltes, convencen hasta el más pintado. Contar con Uwe Lulis a las guitarras y Christopher Williams a la batería ha sido todo un acierto. “Final Journey” posee ese interludio clásico, santo y seña de Wolf y de Accept. Grandes “Princess of the Dawn”, la speedica “Fast As a Shark” (impresionante el solo) y la coreable “Metal Heart”. Pero la gran sorpresa es que “Teutonic Terror” sea un himno más a la altura del fin de fiesta que es “Balls to the Wall”. Los chorros de humo pusieron el plus en un concierto para enmarcar. Una horita sólo, pero la entrada ya estaba amortizada.
SABATON
“Cada vez que venimos a Barcelona hay más gente y los recintos son más grandes”, nos recordaba Joakim Brodén. Primer show en gran recinto para los suecos y éxito superlativo a pesar de estar sólo hora y media sobre las tablas. Las novedades eran la inclusión de una pantalla gigante para jugar con las imágenes y el debut de Tommy “Fill de puta” Johansson a la guitarra, teclados y coros. Menudo juguete es el nuevo para el cachondo de Joakim, uno de los frontman más divertidos e imprevisibles de la escena. La guerra estaba ganada de antemano y el tanque-batería se alzaba en lo alto para arremeter con “Ghost Division”. Antes habían jugado con “In the Army Now” para avisar que la cosa empezaba (mejor que “Final Countdown”, la verdad). En “Sparta” consiguen uno de los grandes efectos de esta gira con tres espartanos disfrazados y Joakim también maqueado. Apabullante inicio, y probablemente estaban tras los cascos la gente de Twilight Force. Show dinámico y entretenido pero con un sonido algo por debajo de lo que podíamos esperar. Afortunadamente la cosa fue mejorando tema a tema.
En “Blood of Bannockburn” sonaron las gaitas y teclados siendo todo pregrabado. Eso de no contar con teclista también es otro hándicap, así como que jueguen de vez en cuando con coros sampleados. Uno de los grandes momentos lo vivimos con “Swedish Pagans”. Ya todo un clásico. Fue precedida por el habitual speech de Brodén que aprovechó para presentar a su nuevo guitarrista. Detallitos en catalán y terminando por rebautizar a Tommy Johansson como “Fill de puta” (hijo de puta, cariñosamente, claro…). Si alguien tenía dudas de si los nuevos temas iban a funcionar creo que se despejaron todas. Impresionante “The Last Stand”, mucho más intenso que en disco, así como “The Lost Battalion” o “Winged Hussars”, apoyada con un precioso video. “Carolus Rex” estuvo representado por la homónima canción y por “Lion of the North”, un disco que supuso un gran paso adelante para los suecos.
La fórmula está clara y es repetida hasta la saciedad pero es innegable que la gente está encantada con Sabaton. Temas directos, letras de batallas sencillas y sin pretensiones, teclados de adorno y potencia y actitud efectista. También hay que subrayar el enorme gusto por los estribillos, al alcance de muy pocos. Funcionan como un reloj y los temas apenas llegan a los cuatro minutos de duración, por lo que se pasa de una batalla a otra sin posibilidad de aburrirnos. El gran detalle que tuvieron fue el de incluir un tema más oscuro y antiguo como es “Union (Slopes of St. Benedict)”. Regalzo para los más fieles y veteranos. Joakim siguió paseando su simpatía y llegó a intercambiar su chaleco con el de un fan de las primeras filas. Luego le regaló las gafas de directo. Y tras “Far from the Fame” uno de los mejores momentos de la descarga: la interpretación en acústico de “Final Solution” con un genial Johansson a las teclas. Recuperación de todo un himno y demostración de una faceta menos habitual del grupo sueco. No estaría nada mal grabar una selección de sus mejores temas en unplugged.
“Night Witches” sostuvo la opinión generalizada de que el “Heroes” fue mejor disco que “The Last Stand, pero tras ver los nuevos temas en directo creo que su nueva obra merece que sus críticos le den otra escucha. Los tres bises estaban cantados siendo la primera “Primo Victoria”, apoyada por imágenes bélicas de la Segunda guerra mundial. Puede que ya no nos sorprenda tanto este tema, pero es una absoluta obra maestra que hizo cantar y botar a la gente. Luego la cosa iba de samuráis con la historia de “Shiroyama” y con la letras sobreimpresionada a lo karaoke. Otro himno que parece que quedará por lo original y por la posición privilegiada que ocupa. Pero la que se ha ganado el cierre es el medio tiempo de inspiración Savatage “To Hell and Back”. Festiva a más no poder y ya favorita de todos los presentes. Despedida con ovación merecida y sin salvas de cañón al estar en un recinto cerrado. Los gritos de “fill de puta” se adueñaron de la sala haciendo sonreír a toda la banda.
Inmensa noche de heavy metal con tres generaciones distintas y con dos shows realmente matadores. Curiosamente Sabaton utilizan pantalones de camuflaje ártico pero el primer artista en utilizar pantalones militares en directo fue Udo Dirkschneider, ex de Accept. Más allá de este dato anecdótico agradecer la entrega tanto de público como de los tres grupos por hacernos empezar el año de la mejor manera. Veremos cuantas noches de este calibre podremos vivir a lo largo de este año, pero Accept y Sabaton han puesto el listón en lo más alto y los grandes recintos se les dan bastante mejor que las salas habituales. Si no fuiste porque era una herejía ver a Sabaton por encima de Accept te perdiste uno de los shows del año que empieza.
Promotor:Madness Live
Día:2016-01-22
Hora:19:00
Sala:Sant Jordi Club
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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