El caso es que a un conocido, en el concierto, le encantó la anécdota hasta el punto de hacerme una oferta económica por el agujero de Luca. Lo colecciona todo de Rhapsody y entendió que ese agujero tenía que estar en su colección.

Un día tenemos que hablar ampliamente sobre el fetichismo de los fans de heavy metal. Da para mucho. Todos tenemos grupos favoritos y nos podemos comportar como niños ante el héroe de turno, así como intentar recopilar y coleccionar todo tipo de merchandising. Yo confieso que los discos en CD son mi perdición y que, ahora que veo que se acercan los 40, me ha dado porque me firmen todos los discos que poseo. En fin, un tipo de coleccionismo sano y hasta cierto punto normal para lo que puedes encontrarte allí fuera.

Durante el pasado concierto de Luca Turilli en Barcelona recordé que tuve la posibilidad de conocerle en el año 1999 en Alemania. Como en todo Wacken, llovía a cántaros, y al hacernos una foto con los amigos, un italiano toca-cojones se metió en medio de la foto para hacer la gracia. Para apaciguar nuestros ánimos el italiano barbudo lo solucionó con una sonrisa y con un: “¿os gusta Rhapsody? Venga va, me he metido en vuestra foto pero como compensación te presento ahora a Luca Turilli (¡!!!)”. Eran tiempos en que Rhapsody eran lo más, en los que no se habían atrevido a tocar todavía en directo y toda su credibilidad estaba intacta.

Luca estrechó mi mano, charlamos un poquito y le pedí que me firmara lo primero que tenía a mano: el programa de Wacken 1999. Amablemente cogió mi bolígrafo que estaba frío por el clima y negándose a funcionar. A ello hay que sumarle la constante lluvia, así que total, el esmero del itálico terminó con un agujero en una página del programa… ¡y sin autógrafo! Supongo que puedo decir que soy de los pocos mortales que tiene un agujero de Luca Turilli.

El caso es que a un conocido, en el concierto, le encantó la anécdota hasta el punto de hacerme una oferta económica por el agujero de Luca. Lo colecciona todo de Rhapsody y entendió que ese agujero tenía que estar en su colección. Han pasado unos días y sigo esperando a ver si el colega sube su oferta. Ahora me estoy planteando si subastarlo por Internet. Incluso puede que Luca Turilli quiera recuperar su agujero. Para que veáis que la historia es cierta he intentado buscar la foto previa al socavón de Luca, aunque sin éxito. Pero he encontrado el programa de Wacken 1999. ¡No ha sido fácil!

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