Tengo mucho que agradecer a Rammstein, recuerdo la primera vez que les escuché cuando era adolescente y apenas había descubierto el brutal mundo del metal que daría explicación a mi puta existencia años después.

«Amerika» empezaba a sonar y con los ojos como platos se me empezaron a erizar los putos pelos, esa sensación increíble cuando sabes que estás escuchando algo que no sólo te mola sino que probablemente va a formar parte de tu vida hasta el día en que mueras. No sólo fue el sonido lo que me impactó sino la estética con la que me sentía estrechamente familiarizada.

Mi padre estuvo trabajando muchos años en INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) por lo que he vivido rodeada de todo tipo de artefactos y diplomas relacionadas con las misiones espaciales. Fue un impacto tal que no pude esperar y comencé a indagar acerca de quiénes eran y qué tipo de música era esa que retumbaba en mis altavoces como una tormenta de verano. En este momento surgió la chispa, había descubierto mi género predilecto.

«Deutschland» llegó fulminante a nuestras pantallas después de años esperando a que los alemanes hiciesen o dijesen algo respecto a un nuevo álbum. Desde luego nos han dejado el culo como un bebedero de patos porque es de esos lanzamientos que son un hachazo en la yugular, llenos de mensajes encriptados, sonidos inesperados y más esencia Industrial que nunca.

Sin ser una gran amante de ese subgénero del metal no pude evitar analizar este videoclip, un bombardeo estético sin precedentes que me dejó hecha un mar de dudas en la primera visualización. Sin más dilación me gustaría finalizar añadiendo que no soy ninguna experta en este grupo y que lo he hecho desde el cariño más absoluto, dedicado a aquellos que me introdujeron en esto. Allá vamos…

Goatklaw