El film cae en protagonismo absoluto de Coleman, ese británico de ascendencia india que en su día fue visto como un anticristo y que se autoproclamó en su día reencarnación de Aleister Crowley. La magia negra y los rituales hicieron del grupo algo realmente especial, y definitivamente no era una pose.

En estas tierras Killing Joke han pasado bastante desapercibidos si bien son una de las bandas más influyentes de la historia. Siempre serán recordados por la celebérrima “Love Like Blood” y porque Nirvana les copiaron una canción, pero es sólo la punta del iceberg. Todos sus discos y etapas son tan inquietantes como peligrosas y la personalidad de sus miembros es rotunda a pesar de que es la figura de Jaz Coleman la que acaparó siempre todas las miradas. Metallica, Nirvana, las guitarras de The Cult o incluso sus amigos Ministry forman parte de la larga lista de admiradores célebres. Punk, industrial, metal, gothic rock… pocos grupos han tocado tantos palos, lástima que sus éxitos en las listas fueran tan pocos.

El neozelandés Shaun Pettigrew grabó desde 2004 a 2014 las vivencias de nuestros protagonistas aunque este empieza desde la génesis de la banda. Ha vertebrado el film según las estrambóticas y caóticas excursiones espirituales de Jaz Coleman con imágenes de los emplazamientos y entrevistas a músicos, productores y chamanes egipcios, islandeses, peruanos o británicos. Las entrevistas estrella del film son obviamente Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters) y Jimmy Page (Led Zeppelin), amigos y admiradores del grupo. Grohl confiesa que antes de los conciertos de Nirvana solían escuchar un tema de Killing Joke, así que queda claro quién fue el creador de “Come As You Are”.

El film cae en protagonismo absoluto de Coleman, ese británico de ascendencia india que en su día fue visto como un anticristo y que se autoproclamó en su día reencarnación de Aleister Crowley. La magia negra y los rituales hicieron del grupo algo realmente especial, y definitivamente no era una pose. Coleman era capaz de desaparecer para días más tarde ser descubierto en Islandia buscando portales y energías telúricas. Consideran los miembros del grupo que llegaron a desplegar sus rituales en directo. Jaz llegó a grabar dentro de la pirámide de Keops, pero más allá de su faceta de loco peligroso puedes descubrir en el documental que es un genio musical capaz de dirigir orquestas. Sus muchos premios o la petición de la sinfónica de Praga como compositor y director residente no son casualidad.

Es impresionante ver al grupo acudir a entrevistas por la televisión alcoholizados, ver sus tensiones y choques de egos o ver el miedo de la prensa de la época hacia Coleman. Su locura más célebre es la de irrumpir en las oficinas de Melody Maker y lanzar gusanos y un hígado de animal como respuesta a las críticas mordaces de la revista. Destcar también la enorme personalidad del fallecido bajista Paul Raven y el virtuosismo a la guitarra de “Geordie” Walker, mil veces imitado. Para el recuerdo queda la vuelta del bajista “Youth” Glover en el funeral de Raven a pesar de confesar de que había necesitado 10 años de ayuda psicológica para apartarse del caos mental que supuso estar tanto tiempo junto a Coleman y Geordie. Si no les conoces este film es imprescindible para entender la grandeza y genialidad de Killing Joke.