En estos tiempos que corren la legendaria figura de Marc Bolan es recordada sólo a cuentagotas. Hacía tiempo que muchos esperábamos un libro que hiciera justicia a su legado y que nos describiera su bonita historia de forma completa y amena. Juan Manuel Escrihuela recoge el testigo y nos presenta un libro en el que no oculta su devoción por un tipo que se avanzó a su tiempo, y a golpe de rimmel, maquillaje y a unas cadencias sinuosas y sexuales levantó un estilo como fue el Glam Rock. El auge y caída de Bolan fue rápida y contundente, pero realmente hay muchos aspectos de su vida que la mayoría de os no avezados desconocemos.

Sorprende y es algo realmente escalofriante ver que a lo largo de su carrera la premonición de su muerte era algo que lo perseguía. El autor inicia la narración cuando el pequeño Bolan (Mark Feld) daba sus primeros pasos hasta que se estampó su Mini contra un sicomoro (tipo de árbol). Los grandes momentos con discos como “Electric Warrior” o “The Slider” o su supuesta rivalidad con Bowie son algunos de los grandes momentos del libro. Pero los tiempos más oscuros como sus inicios como Tyrannosaurus Rex y la devoción por la obra de Tolkien son igualmente interesantes y mucho más desconocidos.

También resulta más que interesante indagar en su descenso a los infiernos, su refugio en brazos del alcohol y la cocaína, sus intentos por resucitar artísticamente, el porqué nunca consiguió reinar en USA o su paso por programas televisivos. Bolan puede considerarse el creador del Glam Rock pero también apadrinó el punk y hasta influenció la imagen de las bandas de la New Wave cuando decidió vestirse como su héroe hollywoodiense Rodolfo Valentino. Hay muchas luces y sombras en la vida de Bolan y la verdad es que es una historia tan imprescindible como desconocida.

Soy de los que opinan que Bolan murió en el momento justo para ser un mito. Sus compañeros de aventura The Sweet, Slade o Gary Glitter no han quedado como iconos, cosa que sí sucedió con Bolan. A pesar de que toda su discografía es interesante cabe subrayar que el plagio, el autoplagio y el robo de riffs y letras estuvieron a la orden del día. Escrihuela consigue darnos un bonito viaje a todo el universo bolaniano y ofrecernos por vez primera (ya era hora) la historia de uno de los mitos más importantes de los 70 en la lengua de Cervantes.