El gran periodista y escritor Carles Porta repite éxito con este libro basado en el crimen del pueblo aragonés de Fago. Como ya hiciera en su anterior obra, la espectacular “Tor, 13 casas y tres muertos”, basada en otro crimen sin resolver en el Pirineo catalán, Porta indaga en todo lo sucedido y acaecido en ese pequeño pueblo del Pirineo aragonés y que incluso ha dado luz a una serie televisiva. Como la mayoría recordará, Fago se puso en el mapa el día que mataron al alcalde de la población. En un primer momento pareció que era una especia de “Fuenteovejuna” y que la misma población habría decidido terminar con el tirano, de un tiro, en una carretera secundaria en medio de la nada. Pero la cosa tomó un giro inesperado cuando un vecino de la población se autoinculpó del asesinato. Los mass media se volcaron en ello pues era un caramelo poder poner en portada que un afiliado al PSOE mataba a un alcalde del PP.

Como ya hizo en el libro sobre Tor, Porta vive en primera persona todo lo sucedido allí. Conoce y convive con los protagonistas de la historia y narra todo el proceso junto a la familia de Santiago Mainar, el principal sospechoso y posteriormente culpable. Porta aporta al lector su visión y termina mostrándonos las muchas irregularidades e intereses que van apareciendo en esta trama. El retrato que nos hace de Mainar como idealista quijotesco es brillante y nos acerca a un personaje que ni el mejor de los guionistas de ficción podría acercarse. El duro proceso al que tiene que hacer frente su familia es duro y enternecedor, así como el relato de la vida en prisión o las luchas entre abogados y jueces en un caso estrella.

Los interrogantes respecto a lo que sucedió en Fago siguen abiertos más allá de que Mainar esté entre rejas. “Fago” es una excelente historia real sobre la España negra y nos acerca un poco también a este país de corrupción en el que los que mandan cometen abusos en propio beneficio. Posiblemente no supere a esa obra maestra que es libro sobre la montaña de Tor, pero sí que demuestra la gran profesionalidad de Porta y su sexto sentido para estar siempre en el sitio y el lugar adecuados para luego brindarnos excelentes crónicas de mano de sus protagonistas. Lo que sí realmente asusta es que en esta locomotora sin frenos que es España, y que baja en picado hacia una vía muerta, no empiecen a proliferar crímenes al estilo Fuenteovejuna. Cuando la injusticia es evidente y se sangra al pueblo, este suele morir matando.