No es un libro fácil y hay que dedicarle meses de lectura, pero cuando un libro de música se convierte en best seller y hasta es nominado al Pulitzer es que estamos ante una obra primordial. Pasará a la historia…

Esta obra de Alex Ross ha sido todo un hito en la historia del mundo editorial musical. Ha llegado a ser un best seller incluso en España, una tierra dónde la gente no es precisamente una consumidora habitual, ni de música clásica ni de libros. Este galardonado libro es un recorrido cronológico excelente por todo el Siglo XX. Sus autores y estrellas, los momentos políticos y el marco histórico en el que nacen algunas de las grandes obras de la música clásica. Ross parte de la duda inquietante de el por qué la música clásica vanguardista está relegada al anonimato mientras géneros como la pintura, el cine o la literatura de vanguardia sí que están instaladas en el establishment general.

Casi 800 páginas en las que las citas son constantes y en el que la lectura atrapa en primera instancia. Poco a poco uno va viendo que la densidad de la obra es enorme y el desconocimiento que posee uno del mundo clásico es total. Hay momentos en los que el libro llega a ser algo pesado, especialmente en la tercera parte. Ross nos habla al detalle de las composiciones de los Schoenberg, Gershwin, Shostakovich, Cage, Strauss o Sibelius. Las descripciones del sonido son largas y minuciosas, pero el problema no es del autor, y sí de nosotros, los lectores. Las relaciones de los compositores en tiempos del nazismo o el estalinismo resultan apasionantes, pero para el lector metalhead creo que le resultará imprescindible todo el capítulo dedicado a Sibelius. Todo amante del folk viking debería entrar en la obra de este genio finlandés. Otro capítulo excepcional es el de Benjamin Britten y la aclamada “Peter Grimes”.

El inesperado éxito del libro ha hecho que ya esté en el mercado una segunda parte en la que relaciona música clásica con el pop vanguardista. Lo que sí resulta un placer es poder tener una guía excelente para escuchar lo más notable de la música del pasado siglo y no parar de encontrarte sorpresas y descubrir que muchos de estos temas han sido incluidos en las bandas sonoras de célebres películas. No es un libro fácil y hay que dedicarle meses de lectura, pero cuando un libro de música se convierte en best seller y hasta es nominado al Pulitzer es que estamos ante una obra primordial. Pasará a la historia…