Un libro que uno lea sobre un tema que desconozca, básicamente tiene que conseguir que el lector quiera indagar en ese mundo que el libro le abre. Y eso es lo que consigue este libro sobre el director italiano Dario Argento. Muniesa se sale un poco de su línea habitual y abarca un tema cinematográfico. A pesar de que siempre escribe sobre bandas y temas musicales, aquí asumió el reto de abarcar el cine de autor. La verdad es que en la lengua de Cervantes poco material hay sobre el cine de Argento más allá de los libros dónde se recopila lo mejor del terror. El periodista madrileño sigue un guión cronológico y dedica un capítulo a cada película del romano cineasta.

Argento es uno de los precursores del cine “giallo” (amarillo en castellano). A pesar de que hoy en día es un reputadísimo cineasta de terror y suspense, el giallo era un género típico italiano con unos tópicos que lo hacían muy reconocible. Psychokillers sueltos perseguidos por inspectores de policía, cuchillos en una mano enguantada, colores muy vivos y erotismo muy subrayado. Hay gente que habla incluso del gótico italiano y se reconoce a Mario Bava como el creador. Si bien sería Argento quien lo popularizara más allá de los Alpes itálicos. Hay mucho material interesante en la obra de Argento pero también hay obras algo flojas e irregulares. La primera trilogía de los 70 sobre los animales es imprescindible, pero sobretodo su ópera prima: “El pájaro de las plumas de cristal”. Años más tarde sería “Rojo profundo” (1975), la película que lo encumbraría a lo más alto. El libro destaca anécdotas sobre la grabación de las películas poniendo énfasis en sus bandas sonoras. Argento siempre ha sido fan del rock duro.

Parece que hoy en día el cine de autor está de capa caída. Tampoco la carrera de Argento es que viva sus mejores momentos, pero es innegable que ha inspirado a centenares de directores, entre ellos a Wes Craven o John Carpenter. Actualmente está trabajando en una versión del Drácula de Bram Stocker en 3D. Posiblemente su gran oportunidad para volver a retomar su carrera exitosa. El libro es ameno, se nota que está hecho por un fan que ha disfrutado el cine del italiano; y el compendio de carteles de películas y fotogramas de escenas es más que notable. A Argento le debemos eso de que cuando la noche es cerrada y la calle está solitaria… imaginemos que en cualquier momento nos puede salir un maníaco homicida cuchillo en mano. Una situación que ya hace décadas que está dentro de nuestro inconsciente colectivo.