Está claro que “La dimensión desconocida” fue algo que trascendió más allá de la pequeña pantalla. Una de las principales instigadoras de que muchos niños mirasen debajo de la cama antes de ir a dormir.

Impresionado todavía por encontrar en el FNAC la agradable sorpresa de que se ha editado en España la serie que sacudió el mundo a finales de los 50 y principios de los 60: The Twilight Zone; aquí rebautizada como “La dimensión desconocida”. Muchos de los grandes entendidos en el tema afirman que ha habido tres grandes series: La primera es la que nos ocupa, la segunda fue “Twin Peaks”, y la tercera “Lost”. Supongo que la opinión de muchos diferirá, pero está claro que “La dimensión desconocida” fue algo que trascendió más allá de la pequeña pantalla. Una de las principales instigadoras de que muchos niños mirasen debajo de la cama antes de ir a dormir.

Rod Serling luchó para conseguir que CBS aceptara coproducir algo realmente diferente. Una serie con capítulos cerrados que mantenían en común ese toque sobrenatural, ese misterio y esos guiones impecables e inquietantes. Rodada en blanco y negro, llegó hasta las seis temporadas, y su banda sonora es un clásico imperecedero. Esa música inquietante unida a la memorable carátula de entrada. La influencia de sus capítulos en el cine y en la televisión continúa. Los Simpson, Padre de familia y Futurama han rendido muchos homenajes a la serie, y películas como “El show de Truman”, “La rosa púrpura del Cairo” (Woody Allen), “Poltergeist”, “E.T.” pasando por series como “Expediente X” o “Fringe” beben directamente del legado de Sterling.

A pesar de que la serie sea en blanco y negro y que el doblaje en castellano sea realmente horrible (hay que verla en versión original, evidentemente), es un auténtico placer volver a ver esas situaciones tan bien dibujadas y esos desenlaces tan brillantes. En el inconsciente colectivo han quedado escenas como las del monstruo en el ala del avión, la del último hombre en la tierra, la de la muerte visitando a su víctima o la de la actriz que entra en la pantalla de cine. Cada episodio posee vigencia y demuestra que ha envejecido de maravilla. Además, uno puede ver las posteriores copias en el celuloide y la influencia evidente de una serie inmortal. El regalo ideal para estas vacaciones.