Aunque el depressive black metal siempre se ha ligado a melodías oscuras donde el dolor es palpable desde el segundo uno, en el caso de Lifelover nunca fue así, consiguiendo un combo entre el post punk y el black metal con melodías alegres y el dolor a través de las letras y las voces.

Las casualidades siempre han sido un comienzo para relaciones laborales, personales o, como en el caso de Lifelover, musicales. Cuando Kim y Nattdal se conocieron, ambos no tenían ni la más mínima idea de lo que crearían un caluroso día de verano en un ambiente caótico dentro de una casa en mitad de los bosques suecos.

Definiéndose siempre como una banda donde expulsar lo peor del ser humano y lo mejor de la música, la banda sueca brindó a lo largo de su historia discos tan conocidos como ‘Pulver’ donde se entremezclaban las melodías alegres con la tristeza implícita en la voz de Kim o en las letras de canciones como “M/S Salmonella”.

La banda ganó muchos adeptos a lo largo de los años con sus trabajos en estudio, sus particulares directos y las composiciones salidas de la mente creativa de Nattdal, más conocido como B, que sirvió en bandeja el concepto del Narcotic Metal. Como homenaje a la figura de Nattdal y a la carrera de Lifelover, en este reportaje Musicografía explora todo su universo, disco a disco e historia por historia.