En estos años negros en los que muchos de los grandes nombres del rock se despiden para pasar a firmamento de las estrellas eternas, nuestras banderas siguen perpetuamente a media asta. Muchos de esos grandes nombres de caídos reciben elogios y primeras páginas pero me temo que a Warrel Dane apenas se le recordará…

En estos años negros en los que muchos de los grandes nombres del rock se despiden para pasar a firmamento de las estrellas eternas, nuestras banderas siguen perpetuamente a media asta. Muchos de esos grandes nombres de caídos reciben elogios y primeras páginas pero me temo que a Warrel Dane apenas se le recordará… Con Sanctuary tuvieron un nombre antes de la explosión del grunge y con Nevermore se quedaron a las puertas de ser muy grandes, y no será por calidad, pero nunca lo consiguieron. La muerte de Dane no me sorprende en absoluto, pero justamente estos días estaba metido en la música de Nevermore para elaborar un Top 10 de sus canciones y reivindicarles como a tantas otras bandas injustamente olvidadas. Triste, ahora que vuelvan a ser noticia por lo que nos ocupa.

Warrel Dane no era un tipo fácil y su afición al alcohol y la fiesta era legendaria. Llegó a definir a Nevermore como “la mejor banda que el alcohol haya arruinado”, pero básicamente el fin de los de Seattle tuvo nombre y apellido: Warrel Dane. He tenido la suerte de verles en sus primeros pasos, en horarios diurnos de grandes festivales y también en sus últimos coletazos. Su último show en Barcelona fue desastroso con un Dane pasado de vueltas con sombrero del ejército ruso incluido. Las caras de Loomis y Van Williams eran un poema. Se rumorea que no llegó ni al avión… Era habitual que apareciera en fotos enseñando el culo y su currículum de adicciones era enorme, pero duele que sea el punto final, y más cuando había reactivado a Sanctuary con muy buenos directos.

Pero son pocos los que recuerdan ya a Nevermore, y eso es algo que deberíamos hacérnoslo mirar. La banda de Seattle fue una de las más especiales y diferentes del panorama metal y desgraciadamente nunca fueron entendidos. Demasiado progresivos para el metal, demasiado metal para el progresivo, demasiado duros, demasiado flojos, la voz no entra a la primera, el estilo es raro… Estupideces… haz sonar “Born”, “Emptiness Unobstructed”, “Next in Line” o “I Voyager” y verás cómo es un grupo único e irrepetible. Para disco me quedo con “Dead Heart in a Dead World” y con las múltiples veces que le vi, aunque en algunas de ellas parecía no estar allí del todo.

 

Gracias por todos estos años y sigue la juerga eternamente allí donde estés.