Rebuscando en experiencias pasadas y en CDs olvidados me decidí a encontrar en qué momento fui sorprendido por el metal oriental, y todo apunta a...

El otro día asistiendo al concierto de Symphony X pudimos disfrutar del buen hacer de la banda tunecina Myrath. Las escalas arábigas hacen que su propuesta sea diferente y exótica, pero la verdad es que ya hace bastante tiempo que las influencias orientales en el heavy metal han dejado de ser una novedad. Rebuscando en experiencias pasadas y en CDs olvidados me decidí a encontrar en qué momento fui sorprendido por el metal oriental, y todo apunta a Mezarkabul, banda turca que curiosamente se llama Pentagram en sus tierras, ya que en Europa ya había unos Pentagram y tuvieron que cambiar de nombre. Pude verles en Wacken 2002, pero en su día me parecieron mejor en disco que en directo.

Otra de las bandas pioneras sería Avalon, con Chintral Somapala a las voces, cantante de Sri Lanka que dio rienda suelta a sus influencias nativas en el CD “Eurasia” del año 2000, y eso que su anterior “Vision Eden” estaba totalmente orientado al progresivo tipo Dream Theater. Otra banda de época que nunca llegó a nada pero en su Turquía natal son bastante famosos son Almora, creados en 2001, grabando su sorprendente debut “Gates of Time” en 2002. Desgraciadamente ese disco posee una pésima producción que lastró mucho el resultado final. Y es que una banda de siete componentes y en la que hay violín, cantantes femeninas y flauta sigue siendo a día de hoy toda una rareza.

Todos tenemos presentes el trabajo de Nile indagando en la antigua sumeria o la consolidación de grupos como los israelitas Orphaned Land o los asirio-armenios Melechesh, capaces de poder realizar giras por nuestras tierras siendo cabezas de cartel. Pero tengamos claro que si para una banda hispana asomar el morro tocando heavy metal ya implica dejarse la piel, imaginad en otras latitudes en las que la incomprensión y la oposición están a la orden del día. Gracias a la globalización podemos disfrutar de muchas bandas que sería imposible escuchar si viviéramos en la era de los fanzines y el casete.

Lo que hacen grupos como Arkan, Amaseffer, Khalas, Ahl Sina y demás ha dejado de ser exótico como en su día dejó de serlo que Italia exportara bandas de power metal. Y recordemos que Rainbow ya indagaron en su día en lo arabesco con “Stargazer” o “Gates of Babylon”.

De regalo la curiosa “Cyrano” de Almora (2002).