Dar voz a estúpidos
El ejemplo más claro lo vemos cuando se anuncian las incorporaciones a un festival cualquiera de verano. La gente, en lugar de mostrar su aprobación y rechazo, comprando o dejando de comprar su entrada, decide tomar las redes para verter sus opiniones de cómo debería llevarse a cabo el evento, como si se tratase de una asamblea participativa del 15-M.
Una de las partes mas desagradecidas de llevar un medio es posiblemente la de recibir opiniones desinformadas y maleducadas parte de quienes nos leen y nos siguen a través de las redes sociales. Sin lugar a dudas, el siglo XXI trajo consigo la posibilidad de que todo humano con una línea de datos pueda expresar su opinión, tenga idea o no de aquello de lo que habla. Lo vemos día a día en la sección de comentarios de cualquier diario online, de Facebook y demás. Algo particularmente sangrante en un país repleto de seleccionadores nacionales.
El caso más reciente que seguí con atención fue el del Facebook oficial de Rock Fest Bcn. Si uno se paraba a leer los mensajes de un elevado número de usuarios, le entraban serias dudas sobre la viabilidad de la raza humana. Mientras que todas las grandes marcas dedican ingentes recursos a cuidar su imagen online (justo el otro día leía este artículo en El País: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/18/actualidad/1405697499_212333.html) uno al final se para a pensar si es sensato que hoy en día todo el mundo tenga voz y voto, sepa o no de lo que habla. El súmum de la democracia es que todo el pueblo tenga el poder indistintamente y que lo pueda ejercer mediante su voto. Pero todos sabemos –y tras cuatro años de mayoría absoluta del PP creo que nos hemos dado cuenta- que no todo el mundo emite votos o comentarios informados. Es más, el grueso de la sociedad no entiende en la mayoría de las ocasiones ni los matices ni las razones que diferencian unas cosas de otras.
Aplicando esto a nuestro querido mundillo, uno observa actitudes que franquean lo borderline. Desde los personajes que intentan hacerle entender a los promotores que el cartel de un festival debe configurarse en base al número de seguidores de Facebook que tiene una determinada banda (verídico) pasando por quienes realizan horarios del festival en base a sus propios deseos pensando que son los de la mayoría (sin tener en cuenta cuestiones técnicas, logísticas o de sentido común). Y mientras ¿alguien tiene que leer y procesar esos mensajes e intentar que se apliquen las preferencias personales de cada asistente a la confección de dicho festival? ¿Estamos locos? En la búsqueda de la satisfacción total del cliente y en pro del control de la imagen pública se está dando voz a un montón de indocumentados, los cuales incluso pasan a envalentonarse cuando se les da dicha voz. ¿Le harías caso a Messi hablando de neurociencia? ¿Le haríamos caso a Rajoy hablando de astrofísica? ¿Tendríamos en cuenta la opinión de Belen Esteban en cuestiones geopolíticas? Posiblemente no. No entenderé jamás porque se ha de hacer caso a un montón de pazguatos hablando de cosas de las que no saben. Una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta poner a prueba los límites de la inteligencia humana.
Dentro del heavy metal en particular, existe una tendencia abominable a hablar con resentimiento, sea cual sea el contexto, casi diciendo que todo el mundo es un bastardo hasta que se demuestre lo contrario. Una actitud criticona y simplista que tan solo sirve para iniciar guerras internas, las mismas que lastran la evolución del género. Todo lo que se salga del guión establecido recibe por todas partes.
El ejemplo más claro lo vemos cuando se anuncian las incorporaciones a un festival cualquiera de verano. La gente, en lugar de mostrar su aprobación y rechazo, comprando o dejando de comprar su entrada, decide tomar las redes para verter sus opiniones de cómo debería llevarse a cabo el evento, como si se tratase de una asamblea participativa del 15-M. En serio ¿es que nadie se da cuenta del grado de estupidez? ¿Nadie piensa en los niños? Y lo más importante: ¿qué se toman los community managers de grandes marcas y medios para aguantar sin lanzar el ordenador por la ventana?
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