DICKEY BETTS

Gran placer el de poder asistir a un concierto del legendario guitarrista de los Allman Brothers. Si el pasado año tuve el privilegio de ver a Gregg Allman por partida doble ahora me tocaba ver a este sureño aguerrido y auténtico como pocos. Un genio de la guitarra acompañado por The Great Southern, unos compañeros de fechorías tan técnicos y auténticos como el propio Betts. Sorprendió ver que el Apolo registraba una muy buena entrada y muchas camisetas de los Brothers. EL show empezó muy puntual con la extensa y sureña “High Falls”. Solos extensos, muchos pasajes instrumentales y combinación de voces solistas, destacando el teclista con gafas de sol.

Betts ha montado una especie de banda formato Allman Brothers, contando con dos baterías que van a la par y que es impresionante verles trabajar. Explosión de júbilo con la colosal “Statesboro Blues”, también una habitual de los repertorios de Gregg Allman. Enorme el groove de los temas y excepcional la técnica atesorada por todos y cada uno de los integrantes del grupo. Tras “Nothing You Can Do” y a otra concesión al catálogo Allman Brothers con “You Dont Love Me”, subió al escenario Santiago Campillo de los M-Clan. Fue bonito verle disfrutar al lado del maestro. Años ha subieron al escenario Raimundo Amador y Javier Vargas.

Enorme “Hoochie Coochie Man” y luego “Jessica”, que fue absolutamente mágica. Manteniendo la melodía jugaron en una extensa jam en la que finalmente retomaron el pulso al tema consiguiendo una de las ovaciones de la noche. Con ella llegamos al fin del primer set de la noche. El segundo se abrió con “Back Where It All Begins” y con un plus de contundencia y músculo. A partir de entonces todo fue matador. La banda sonaba a gloria y el solo de baterías fue impresionante. Tras “One Way Out” el grupo atacó la esperada “In Memory Of Elizabeth Reed”, esa monumental canción que es santo y seña de los Allman Bros. Llegamos al final con “No One Left to One With” y con ella abandonaron el escenario. El bis estaba cantado: “Ramblin Man” cantada a pleno pulmón por la concurrencia. Final mágico  con tsunami de aplausos. No tendrá especialmente claro si me quedo con Gregg o con Dickey, pero sí que tengo claro que espero verlos juntos alguna vez sobre un escenario. Temas inmortales de la mano de su creador. Poco podemos pedir más…