El festival zamorano triunfa con Kreator, Avantasia, KK Priest, Europe y decenas de bandas más.

El Z! Live Rock Fest, celebrado del 13 al 15 de junio en el recinto IFEZA de Zamora, se ha consolidado como uno de los festivales de metal más destacados de la península ibérica. Pese a la competencia salvaje de otras citas del calendario rockero y la creciente demanda del público por los grandes conciertos de estadio de una sola banda en detrimento de los macrofestivales agotadores, el Z Live ha conseguido implantarse con éxito en el calendario de los eventos dedicados al hard rock y el heavy metal en nuestro país. Lo ha hecho aunando carteles de calidad, bien seleccionados, unos precios de entrada algo inferiores a la media actual y haciéndose fuertes en un área geográfica que se nutre del centro, del norte y del noroeste con facilidad. La ausencia de un gran festival de metal en Madrid juega a favor de un evento que se aleja de la saturación del Mediterráneo (donde Barcelona Rock Fest, Leyendas del Rock y Rock Imperium compiten a lo largo del año por un público similar) y juega en un territorio que parece tener más interés en fomentar el turismo festivalero del que las grandes capitales comienzan a resentirse.

No ha sido un camino fácil. La climatología ha estado a punto de dar al traste con el Z Live tras dos ediciones trufadas de conflictos en ese sentido. Pese a los grandes carteles, el cielo siempre terminaba yendo en contra, con la desgracia logística que eso supone. Pero en 2024 el Z se ha resarcido de todos los problemas de los últimos dos años con una edición impecable en la que grandes nombres como Europe, Kreator, KK Priest o Avantasia han elevado la cita zamorana a otro nivel. Algo que ya influye directamente en el perfil de las contrataciones que se barajan para 2025 y los planes de los organizadores del evento.

13 de Junio: la gran noche de Europe y el hard rock

El primer día del festival arrancó con algunos contratiempos. Las puertas del recinto, que debían abrir a las 14:00, abrieron un poco más tarde, lo que causó algunas molestias entre los asistentes que esperaban bajo el sol abrasador. Aun así, esto no desanimó a los fanáticos del metal que acudieron en masa para disfrutar de la jornada inaugural. Algo muy habitual en casi cualquier festival pero que a ciertas temperaturas lleva al público al límite.

The Broken Horizon (Foto: Javier Bragado)

Mind Driller (Foto: Javier Bragado)

Breed 77 (Foto: Javier Bragado)

The Broken Horizon fue la banda encargada de abrir el festival. El grupo metalcore de Pamplona logró captar la atención de los primeros asistentes con su energía y solidez en el escenario. Su set, aunque breve, fue suficiente para encender el primer moshpit del festival, con intervención de los servicios sanitarios por un golpe de calor. Igual de intenso fue el show de los industriales Mind Driller, la consolidada banda alicantina conocida por su combinación de metal industrial y electrónica. Con un nuevo álbum inspirado en la pandemia y un look renovado, interpretaron temas que captaron con fuerza la atención de los presentes. Aunque las comparaciones con Rammstein siempre van a estar ahí, queda claro que Mind Driller han logrado su propio espacio y sonido mucho más orientado a la electrónica y con fuertes influencias de bandas como Amaranthe. Temas como “Game Over” o “Armour” se lo llevaron de calle, ambas de su obra más reciente, “The Void”.

Legion (Foto: Javier Bragado)

El regreso de Breed 77 al escenario español fue un momento destacado del día. Con su formación clásica, incluyendo al bajista original Stuart Cavilla, la banda gibraltareña ofreció un set contundente que incluyó su famoso cover de “Zombie” de The Cranberries, con la que alcanzaron cierta fama hace ya quince años, y su nuevo single “Outside”. La tremenda voz de Paul Isola fue uno de los puntos fuertes de su actuación. Le tocó seguirles a Illumishade, banda suiza liderada por Fabienne Erni y Jonas Wolf de Eluveitie, que sorprendió con su impulso progresivo y su metal sinfónico. Canciones como “Elegy” y “Crystal Silence” destacaron en su set, ganándose al público a pesar del intenso calor. Su actuación dejó claro que volverán a España en otoño junto con Visions of Atlantis.

Legion D.C., anteriormente conocidos como Legion, trajo el thrash metal de la vieja escuela con una formación renovada. Su nuevo cantante, Marc Kararocker, y el bajista Tony Sáez añadieron un aire fresco a la banda. Temas como “Lethal Liberty” y el nuevo “Infamous State” fueron bien recibidos por los asistentes, mostrando que la banda sigue siendo relevante en la escena thrash pese a los conflictos internos que dieron al traste con la reunión previa de la banda con Quim Montañes y Jonathan Dolcet. Pese a los comunicados algo confusos de ambas partes acerca de lo acaecido, la música terminó prevaleciendo y, si bien estos Legion no tienen nada que ver con la encarnación previa, vende más usar el nombre clásico y una buena parte de los clásicos como “Mili KK”. Aventuras previas como Deldrac no habrían conseguido meterse en algunos de los grandes festivales con la misma facilidad que lo permite sacar a pasear el nombre de Legion.

Orden Ogan (Foto: Javier Bragado)

Los alemanes Orden Ogan ofrecieron su característico power metal impregnado de influencias folk. Con su próximo álbum “The Order of Fear” en el horizonte, interpretaron el tema principal, dejando al público con ganas de más tras un set que rozó la hora de duración y que incluyó himnos como “FEVER” o “The Things We Believe In”. Sin embargo, nada es comparable con la fiesta que supuso la actuación de Doro Pesch, la capitana general del heavy metal con mando en plaza. La vocalista finalmente pudo actuar en Zamora tras la cancelación de su show el año pasado debido a las torrenciales lluvias. Doro sigue siendo un torbellino en el escenario, interpretando clásicos de Warlock como “I Rule the Ruins”, “Earthshaker Rock”, “Für Immer” o “All We Are”, además de la clásica versión de Judas Priest de “Breaking the Law”. Su carisma y energía inagotable cautivaron a todos los presentes.

Doro (Foto: Javier Bragado)

El set de Eluveitie fue uno de los momentos álgidos del día. La banda suiza, liderada por Chrigel Glanzmann y con Fabienne Erni brillando en los vocales, ofreció un repaso a sus mejores temas y presentó sus últimos singles “Aidus” y “Exile of the Gods”. La mezcla de folk y metal fue recibida con entusiasmo, y la actuación de Erni fue particularmente destacada.

Eluveitie (Foto: Javier Bragado)

El gran momento de la noche llegó con Europe, que cerró la jornada con un set que, aunque comenzó algo tarde, no defraudó. Joey Tempest y compañía tocaron clásicos como “The Final Countdown” y “Carrie”, además de temas novedosos como el reciente “Hold Your Head Up”, muy orientado a recuperar el sonido y espíritu clásicos de Europe. También sonaron temas clásicos de su carrera como “Scream of Anger”, “Sign of the Times”, “Ready or Not” o “On Broken Wings”, con la que abrieron el show. Infalibles, con un Joey Tempest en buen estado vocal, pero presentando un show que quizá fue más corto de lo necesario.

Europe (Foto: Javier Bragado)

El día concluyó con la potente actuación de Obús, quienes a pesar del frío de la madrugada, ofrecieron un set lleno de clásicos del rock duro de nuestro país que pocas bandas pueden ofrecer. Un septuagenario Fortu Sánchez demostró que no tiene rival en cuanto a frontman en este país, cerrando con “Vamos muy Bien” y “Que te Jodan”.

14 de Junio: El gran show de Kreator lo eclipsa todo

El segundo día del festival comenzó con Rise to Fall, una banda vizcaína que combinó death metal melódico y groove metal con un enfoque progresivo. Su actuación fue una estupenda manera de empezar la jornada, destacando por la calidad de sus guitarristas y la fuerza de su sonido. Aún con poco público, salieron a escena Twilight Force, quienes trajeron su power metal lleno de fantasía al escenario doble del Z, con un set lleno de clichés y power metal épico. La banda sueca, liderada por Alessandro Conti y con el apoyo de Kristin Starkey en los coros, ofreció una actuación que transportó al público a un mundo de mitos y leyendas.

Twilight Force (Foto: Javier Bragado)

The Black Dahlia Murder fue la primera banda no europea del día y despertó a los somnolientos con su potente death metal melódico. Su set incluyó material nuevo y antiguo, destacando por la calidad técnica de sus guitarristas y la energía desbordante de su actuación, que generó no pocos moshpit. Insomnium, ya más que asentados en nuestro país, demostraron porque son los maestros finlandeses del doom melódico. Presentaron temas de su último álbum, “Anno 1696” y clásicos de su discografía. Su actuación fue un viaje melancólico y oscuro, perfecto para los amantes del metal más introspectivo. “Pale Morning Star”, “While We Sleep” o “Heart Like a Grave” retumbaron en los oscuros corazones de los pocos miles que ya se habían dignado a acercarse al recinto de IFEZA.

Insomnium (Foto: Javier Bragado)

Leprous, desde Noruega, ofreció un set de metal progresivo que, aunque no del agrado de todos, demostró la calidad y versatilidad de la banda. Con su nuevo teclista H.C. White, la banda interpretó “Atonement”, el primer sencillo de su próximo álbum, y otros temas que mostraron su destreza técnica y emocional. Hammerfall, por su parte, trajo el power metal más clásico al escenario, con una actuación llena de himnos del género como la que pudimos ver en su reciente gira con Helloween en Septiembre. “Last Man Standing”, “Hammer High”, “Blood Bound”, “Any Means Necessary” o la final “Hearts on Fire” sonaron a gloria con un Joacim Cans correcto y un Oskar Dronjak lleno de energía. Las nuevas “The End Justifies” y “Hail to the King” sirvieron para presentar en sociedad el nuevo disco de la banda, “Avenge the Fallen”, que verá la luz en agosto.

Hammerfall (Foto: Javier Bragado)

Kreator, como cabezas de cartel del día, no defraudaron. Con su característico thrash metal y una impresionante muestra pirotécnica, la banda alemana ofreció un set que recorrió toda su carrera, desde los clásicos hasta sus temas más recientes. La interacción con el público, incluyendo un “wall of death”, fue uno de los momentos más intensos del festival. Lejos han quedado los tiempos en que Kreator venían a España por 6.000 Euros en la época de “Enemy of God”, cuando actuaban en nuestro país dos o tres veces al año. Kreator ahora se miden bien sus shows, les dan más empaque con un buen espectáculo escénico y, lo más importante, se hacen respetar como la institución del thrash metal germano que son. Temas como “Hate Über Alles”, “Phobia”, “Satan is Real” y el tremendo final con “Violent Revolution”, “People of the Lie”, “Betrayer”, “Flag of Hate” y “Pleasure to Kill” pusieron IFEZA en estado de ebullición.

Kreator (Foto: Javier Bragado)

La noche continuó con Annisokay, una banda de post-hardcore que debutó en España. A pesar del frío y la hora tardía, su actuación fue bien recibida por los valientes que permanecieron para disfrutar de su música. El cierre del segundo día estuvo a cargo de Vhäldemar, que presentó su último trabajo “Sanctuary of Death”. Con su característico heavy metal, la banda bilbaína ofreció un set enérgico para los valientes que se quedaron hasta el final.

15 de Junio: El musical de Avantasia llega a Zamora

El último día del festival comenzó con Ars Amandi, representantes del rock nacional que sorprendieron gratamente al público con su energía pese a las horas. También se las tuvieron que ver con la poco generosa asistencia inicial los maestros del power metal sinfónico Opera Magna, otra banda española con una larga trayectoria que ofreció un set de metal sinfónico que destacó por la intensidad y la destreza técnica de sus miembros. Comenzando el set con “Heroica” y finalizando con la veloz “La Hérida”, que recordaba a los mejores momentos de Stratovarius de finales de los 90, la banda se fue por donde había venido habiendo ganado unos cuantos nuevos fans y habiendo demostrado que tenemos un montón de talento desaprovechado en el metal patrio.

Opera Magna (Foto: Javier Bragado)

Perséfone, desde Andorra, trajo su death metal progresivo al escenario, presentando temas de su último álbum “Lingua Ignota Pt I”. Su set fue uno de los más técnicos y emotivos del día, mostrando por qué son considerados una de las mejores bandas de su género. Fueron seguidos por los polacos Decapitated, liderados por el hasta hace poco guitarrista de Machine Head, Vogg. Ofrecieron un set de death metal brutal y preciso. Con temas de su último álbum “Cancer Culture” y clásicos de su discografía como “Spheres of Madness” o “Earth Scar”, la banda polaca demostró que están por encima de géneros y cancelaciones públicas interesadas.

Persefone (Foto: Javier Bragado)

Leo Jiménez, que salió a escena con una camiseta de Jack Nicholson en su clásica escena de “El Resplandor”, no decepcionó con su set lleno de clásicos de sus diferentes grandes momentos en el metal español. Acompañado por cantantes invitados de altura como los ex-Mago de Oz Patricia Tapia y Javier “Zeta” Domínguez, Leo ofreció una actuación variada y potente, destacando temas de sus diversas bandas y su famosa versión de “Hijo de la Luna” de Mecano pero especialmente el clásico “Perro Traidor” de Saratoga y “Grande” de Stravaganzza, con la que cerró su set entre grandes aplausos del público.

Leo Jimenez (Foto: Javier Bragado)

Ya entrados en la tarde, Paradise Lost llevó al público a un viaje oscuro y melancólico con su mezcla de gothic y doom metal. Con un set que abarcó toda su carrera, la banda británica ofreció una actuación emocionalmente cargada, cerrando con una versión de “Smalltown Boy” de Bronski Beat. Clásicos recientes como “Faith Divides us – Death Unites Us” se entremezclaron con otros como “Say Just Words” en un set correcto, contundente, sin estridencias ni sorpresas. La sensación fue la de otra noche en la oficina para Paradise Lost. Una sensación muy distinta a la que ofreció KK Downing, con sus KK Priest a continuación.

Paradise Lost (Foto: Javier Bragado)

Con Tim “Ripper” Owens a la voz, KK Priest ofrecieron un set que mezcló temas propios con clásicos de Judas Priest. Su actuación fue un homenaje al legado del metal británico, llena de energía y nostalgia. Downing, consciente de que no va a volver jamás a Judas Priest tras todo lo que ha dicho, se empleó a fondo en demostrar que ya está por encima de todo y que su validez como leyenda del heavy metal no está en cuestión. Pese a iniciar el tema con el trío de novedades “Hellfire Thunderbolt”, “Strike of the Viper” y “One More Shot at glory”, el guitarrista vino a darle al público lo que quería: clásicos. Recuerdos al pasado como “Hell Patrol”, gemas olvidadas como “Burn in Hell” y un enorme fin de set con “Breaking the Law” y “Victim of Changes” hicieron que Kenneth se fuese de Zamora casi en volandas. Su mera imagen clásica con la Flying V sobre el escenario, flanqueado por el legendario Ripper, fue suficiente para que no despegásemos la vista de su actuación.

KK Priest (Foto: Javier Bragado)

Avantasia fue el cabeza de cartel del tercer día, y no decepcionaron. Con un repertorio que cubrió toda su carrera, Tobias Sammet y compañía ofrecieron un espectáculo lleno de sorpresas, incluyendo la participación de Tommy Karevik de Kamelot, Ralf Scheepers y Adrienne Cowan. La mezcla de voces y estilos hizo de su actuación una de las más memorables del festival. La emotiva presencia de un Bob Catley que ha vivido uno de sus peores momentos personales recientemente fue especialmente notable en canciones como “The Story Ain’t Over” o el clásico “Avantasia”. En canciones como la épica “The Scarecrow” fue Herbie Langhans quien puso la agresión de Jorn Lande en las pistas vocales. Canciones como “Dying For an Angel” fueron pasto de un Karevik de voz celestial, mientras que Scheepers y Cowan aportaron los agudos que todos añoramos de Michael Kiske en canciones como “Reach Out For The Light”. Un tremendo musical de hard rock clásico que, pese a la pérdida de piezas clave como Kiske o Lande, se mantiene vigente y capaz de congregar a miles de fans.

Avantasia (Foto: Javier Bragado)

El festival concluyó con The Halo Effect, una banda formada por exmiembros de In Flames que presentaron su primer disco en Zamora. Con un sonido que recordaba a los primeros In Flames, su actuación fue bien recibida por los asistentes que aún permanecían en el recinto. El fin de fiesta estuvo a cargo de Gigatron, que con su metal humorístico ofrecieron un show divertido y enérgico. Temas clásicos como “El Barco de Colegas” o “The Peto El Cacas” fueron coreados por el público recordando que, en algún momento, el metal tuvo sentido del humor.

The Halo Effect (Foto: Javier Bragado)

Al fin, un Z Live que salió adelante sin sobresaltos ni contratiempos. Organización feliz, fans contentos, grupos rayando a un nivel espectacular y una climatología benevolente para un gran evento al aire libre. Ahora a esperar las primeras confirmaciones para 2025 que, si los rumores son ciertos, se prevén espectaculares.

Texto: Juan Manuel Marcos / Fotos: Javier Bragado

Promotor:Z Live Rock

Día:2024-06-13

Hora:12:00

Sala:IFEZA

Ciudad:Zamora

Puntuación:9