Hackney Diamonds

Glorioso regreso de los Rolling Stones a un ruedo del que no se habían ido en ningún momento, excepto en el aspecto discográfico.

“Hackney Diamonds” marca el glorioso regreso de los Rolling Stones a un ruedo del que no se habían ido en ningún momento, excepto en el aspecto discográfico. Una obra que reluce con una luz peculiar, rindiendo un homenaje musical a la trayectoria legendaria de la banda. Hay un aspecto especialmente reseñable: lo absolutamente innecesario que es para los de Mick Jagger sacar un nuevo disco de estudio en el año 2023. Pero ahí están, lanzando el álbum que trae a los Stones de vuelta con una audacia revitalizada y una maestría impecable que desafía el paso del tiempo. La expectativa previa al lanzamiento era alta y «Hackney Diamonds» no solo cumple, sino que supera estas expectativas con una fusión de material fresco y sonidos clásicamente Stonianos.

Este álbum es notable por ser el primero sin Charlie Watts y el primero con material original desde «A Bigger Bang» de 2005. La arrogancia característica de Mick Jagger, la maestría de Keith Richards en la guitarra, y las contribuciones de Ronnie Wood hacen de este un álbum que, aunque fresco, retiene la esencia del sonido clásico de los Stones.

La producción del álbum, llevada a cabo por Andrew Watt, es sobresaliente. Watt ha logrado darle un toque contemporáneo al álbum sin sacrificar el estilo intrínseco de la banda. Su habilidad para inyectar una sensación de modernidad mientras mantiene la marca registrada de los Stones es notable, y su influencia es evidente a lo largo de todo el álbum. Hay algo de bello en que una banda que podría tomar el camino de «jóvenes, fuera de mi propiedad» decida inmiscuirse en los sonidos actuales e intentar ser actual, dentro del respeto a su legado. Los Stones están por encima de géneros y épocas: son la banda de rock más longeva de la historia y lo han demostrado absolutamente todo: ellos han escrito las reglas de este negocio a lo largo de sesenta años. Hagan lo que hagan, tienen la presunción de veracidad de un catedrático universitario.

Contemporáneos y clásicos Stones

El primer sencillo, «Angry», es una entrada poderosa al álbum, y seguramente se convertirá en una favorita en los conciertos. Con una base rítmica fuerte y una cadencia enérgica, es una declaración de la vigorosa energía que los Stones continúan emitiendo, a pesar de los años. No obstante, en esa contemporaneidad también habita un cierto recuerdo por el sonido de los discos en solitario de Jagger – «Angry» ciertamente tiene reminiscencias del material de «Wandering Spirit» o «Goddess in the Doorway».

La colaboración de artistas de renombre como Elton John, Paul McCartney, Stevie Wonder y Bill Wyman añade una riqueza adicional al álbum. La inclusión de estos músicos reconocidos se siente adecuada y contribuye a la profundidad y variedad de los sonidos en «Hackney Diamonds». No son elecciones casuales: la de McCartney en concreto es casi de justicia histórica – un Beatle con tres Stones, ahí es nada.

La diversidad de temas en el álbum es impresionante. Desde el rock duro y crudo en «Bite My Head Off», una cuasi-evocación al punk rock del 77, hasta la emotiva y melódica «Dreamy Skies» que toca las cuerdas del country-rock reminiscente a los días de «Beggar’s Banquet».

Violencia contenida y guiños a Watts

Las canciones «Live By The Sword» ( Hail and Kill!) y «Mess It Up» permiten a los oyentes una última oportunidad de apreciar la magia rítmica de Charlie Watts, una bonita manera de cerrar el círculo y terminar de superar el duelo por la muerte del inigualable baterista de los Stones. «Tell Me Straight» por su parte, nos recuerda la belleza caótica de la voz rasgada de Keith Richards, que añade una nota de nostalgia y reflexión.

La balada «Sweet Sounds Of Heaven» con Lady Gaga y Stevie Wonder es una obra maestra de gospel rockero que recuerda a grandes momentos como «Gimme Shelter», proporcionando una experiencia épica que evoluciona hacia una clímax impresionante. El álbum se cierra con «Rolling Stone Blues», una reverencia a Muddy Waters y a las raíces blues de la banda, con Jagger y Richards entregando una actuación cruda y emotiva que evoca el puro blues del Delta.

Esencia incontestable

La variedad en el álbum es notable, mostrando la capacidad de los Rolling Stones para explorar diferentes estilos musicales mientras mantienen su esencia. Cada canción ofrece algo único, ya sea un riff pegajoso, una colaboración estelar o una letra evocadora. «Hackney Diamonds» demuestra que no solo es una celebración del legado de los Rolling Stones, sino también una afirmación de su lugar en el corazón del rock and roll. Con un sonido que es tan auténtico como siempre, pero fresco y relevante, este álbum es un ejercicio sólido que satisface a los fans de toda la vida y atrae a una nueva generación de oyentes, algo que posiblemente estaba en la mente de Jagger -siempre avispado- a lo largo de todo el proceso. Los fans clásicos se descuelgan, se hacen mayores, dejan de acudir a los conciertos en ocasiones…pero los fans jóvenes son el oxígeno de cualquier banda que quiera seguir siendo relevante socialmente.

A través de cada riff, cada colaboración y cada nota, «Hackney Diamonds» se destaca como una entrega valiosa en la discografía de los Stones, y a riesgo de ser demasiado efusivo en el análisis «en caliente», me atrevería a decir que éste es uno de los mejores discos de los Stones post-«Tattoo You», junto a «Voodoo Lounge», mostrando que aún tienen mucho que ofrecer al mundo de la música. Este álbum no es solo un recordatorio del talento innegable de los Rolling Stones, sino también una proclamación de su lugar eterno en el panteón del rock. La travesía musical que propone «Hackney Diamonds» es una que trasciende generaciones y solidifica el lugar de los Rolling Stones como verdaderos maestros en el arte del rock and roll.