La popularidad de Ice Nine Kills ha subido como la espuma desde la publicación de ‘The Silver Scream’ y su secuela ‘Welcome To Horrorwood: The SIlver Scream 2’, así que su primera vez como cabezas de cartel en Barcelona era una cita ineludible para su, cada vez mayor, legión de fans.

Mucho ha llovido (y el mundo ha cambiado) desde que Ice Nine Kills pisaron por primera vez Barcelona teloneando a los míticos Papa Roach. Tres años y una pandemia después, por fin, Spencer Charnas y los suyos se disponían a aterrorizar España por derecho propio.

La cita se hizo esperar, pues la gira fue retrasada para que los de Boston pudieran aprovechar la oportunidad de unirse a la extensa gira de Metallica. Pero el día por fin llegó, y la expectación a las puertas de la sala Razzmatazz 2 estaba patente. Un considerable número de jóvenes fans esperaban impacientes el show de la banda de metalcore del momento.

Defying Decay, pura energía asiática

Para cuando los tailandeses Defying Decay salían a escena la sala se encontraba casi a medio llenar. Bien es cierto que el show empezó algo tarde, por motivos que se “desvelarían” más tarde. Pero estaba claro que nadie quería perderse la oportunidad de ver a sus ídolos de cerca, pese a que estuvieran todavía a tres teloneros de distancia.

Defying Decay (Foto: Andrea Rodríguez)

Se dice que los grupos de metal provenientes de asia están hechos de otra pasta, y así lo confirmaron Defying Decay con una energía desbordante y un estilo de una modernidad añeja que recordaba al nu metal dosmilero con el que gran parte de los asistentes había crecido. Desde buen principio tuvieron al público en el bolsillo. Mosh, circle pits y wall of deaths eran requisito indispensable a cada tema y poco importó que la capacidad vocal de su cantante fuese más que cuestionable.

Defying Decay (Foto: Andrea Rodríguez)

El público había venido a disfrutar y así fue. Y así quedó claro con la energía derrochada cuando el grupo decidió tocar fibras entonando el himno emo por antonomasia “Welcome To The Black Parade”, de My Chemical Romance. La noche empezaba realmente fuerte.

Skynd y el gusto por el true crime y lo extraño

Parecía que los horarios anunciados no se estaban llevando a cabo, y eso fue porque Lansdowne, quienes debían ser el segundo grupo de la noche, se cayeron del cartel tanto en Madrid como en Barcelona por problemas con el bus. No hubo ninguna clase de información al respecto, simplemente Skynd salieron a escena y tocaron un repertorio algo más amplio.

Skynd (Foto: Andrea Rodríguez)

Su propuesta fue toda una sorpresa para la mayoría. Metal electrónico, industrial y de tintes sombríos y extraños acompañados por una performance de su cantante principal tan desconcertante como robótica. Despertaron opiniones para todos los gustos.

Skynd (Foto: Andrea Rodríguez)

Aquel trío que, por estética, bien podía estar representando a su país en Eurovision, cantaba sobre casos de crimen y asesinato real con un temple e ironía desconcertantes. El aspecto de su guitarrista y batería (solo uno de ellos es miembro oficial de la banda, el conocido como Father) parecía sacado de la enésima entrega de La Purga, mientras que Skynd lucía un atuendo que era puro cyberpunk. Temas como “Columbine” o “Edmund Kemper” arrancaban muecas de desconcierto en el público que, bien es cierto, que parecía bastante entregado a la propuesta.

Skynd (Foto: Andrea Rodríguez)

Ice Nine Kills: de terrores y nostalgia

El momento se acercaba. Tras la actuación de Skynd, empezaron a sonar diversos temas de la banda sonora de la saga Scream mientras el set de Ice Nine Kills terminaba de prepararse. “Red Right Hand” de Nick Cave and the Bad Seeds daba paso a la explosión de emoción que fue la bestial “Funeral Derangements”, durante la cual el grupo salió a escena luciendo sus mejores galas (literalmente, pues para esta gira han decidido emular el look de traje y corbata que luce Patrick Bateman en American Psycho) y demostrando que estaban dispuestos a llevar su propuesta hasta el fin.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

Y es que, pese a que han conseguido alejarse de la frialdad de la primera vez que tocaron en la ciudad condal, bien es cierto que un show de Ice Nine Kills es una presentación milimétrica y sin pie a la improvisación. La teatralidad es su mayor arma y ellos juegan esas cartas con total transparencia. Y es que en cada tema el público sería testigo de momentos que eran pura caseta de feria.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

Un espectáculo que, desde luego, no es para todo el mundo. Pero que sí hizo las delicias de aquellos que sabían a lo que venían. Las palas y máscaras de animales del cementerio de mascotas dejaron paso a los taladros y motosierras (de estas se verían unas cuantas a lo largo de la noche) de la película Hostel con la interpretación de “Wurst Vacation”, durante la cual el público sería testigo de una decapitación en vivo.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

Llegaba el momento de uno de los grandes Singles de ‘Welcome To Horrorwood: The SIlver Scream 2’: Hip To Be Scared, para luego dar paso al swing de “Ex Mortis” y su sentido homenaje a la saga Posesión Infernal. A estas alturas de la película la sala estaba ya en plena ebullición (y rozando los topes en cuanto a asistencia). Los fans de Ice Nine Kills demostraron pura devoción dándolo absolutamente todo a cada nuevo tema que caía.

La alocada “IT Is The End” levantó especial pasión entre el respetable. Se trata de uno de los temas más queridos de la banda, y como tal se coreó. Tras ella, llegaría el momento de la canción más antigua de la noche: “Communion Of The Cursed”, durante la cual Reagan salió a retorcerse para deleite del público mientras el grupo, que demostró una muy buena compenetración a la hora de ayudar a Spencer a compaginar el apartado vocal con el interpretativo, le practicaba un exorcismo a base de cruz invertida y mucho breakdown.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

Resulta curioso que la temática cargada de nostalgia que ha hecho triunfar a Ice Nine Kills, sea también vehículo de captación para un público tan joven. Sin embargo, todas y cada una de las canciones fueron recibidas como icónicas. Tanto si se trata de referencias ochenteras -“The American Nightmare” puso a saltar a toda la sala mientras Spencer lucía su flamante guante de Freddy Krueger- como de clásicos como Psicosis -durante “The Shower Scene” se pudo presenciar el mítico apuñalamiento tras la cortina de la ducha- cada breakdown se recibía como un regalo surgido del mismísimo infierno.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

Esta construcción milimétrica que compone los shows de Ice Nine kills hizo también que, pese a contadas interacciones con el público más que ensayadas previamente, todo se moviese a una velocidad de escándalo y sin espacio a la más mínima improvisación. Coros pregrabados y mucha pista de acompañamiento no rebajaron la energía concentrada a base de puro espectáculo. “Assault And Batteries” cayó como una bomba atómica sobre Razzmatazz antes de dar paso a la que sería la balada emotiva de la noche: una muy deseada “A Grave Mistake”, la romántica oda a El Cuervo.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

La rockera “Savages” volvió a sacar a relucir las motosierras de la mano de Caracuero que puso de nuevo al público a saltar al unísono. Sin apenas rozar la hora, aquello empezaba a oler a final. Sonaba “Farewell II Flesh”, el sentido homenaje a la saga Candyman durante la cual Spencer lució el abrigo de pieles y el garfio que encumbraron a Tony Todd. El que era el cierre perfecto de su último disco fue la mejor forma de afrontar la última ola. Y es que el grupo se había guardado lo mejor para el final: El joven Michael Myers vestido de payaso indicaba que era el momento del trallazo que es “Stabbing In The Dark”. Uno de los mejores temas de la banda, sino el mejor.

Ice Nine Kills (Foto: Andrea Rodríguez)

De haber terminado aquí, el concierto se hubiese cerrado por todo lo alto. Sin embargo, tras hacerse poco de rogar, el grupo volvió a escena tras un bis poco disimulado para interpretar una última y eufórica: “Welcome To Horrorwood”, el tema que da título a su último trabajo y durante el cual Spencer se puso en pie sobre el público ante la atenta mirada de dos figuras enmascaradas que observaban el triunfo de Ice Nine Kills sobre una Barcelona absolutamente entregada a la causa.

Texto: Titus Ferrer | Fotos: Andrea Rodríguez

Promotor:Doctor Music Concerts

Día:2023-05-20

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Skynd, Defying Decay

Puntuación:8