Katatonia: Sky Void Of Stars

El arte de musicar multitud de sentimientos no está al alcance de muchos grupos. En el rock y el metal impera la distorsión, la fuerza y el gancho compositivo sin importar, incluso en los temas más clásicos e inmortales, unas letras que inspiran emoción a raudales.

Katatonia nunca ha tenido miedo a la hora de virar su sonido en una continua búsqueda de poner música a sus oscuras y atmosféricas letras. Desde el doom metal más primitivo hasta el post rock contemporáneo,  Jonas Renkse, Anders Nyström y compañía han ido pintando un cuadro oscuro y etéreo que provoca cierta inquietud a sus oyentes. No deja de ser curioso que dentro de ese marco lúgubre, la banda de Estocolmo aporta luz y brillo en los huecos vacíos de un género que siempre ha permanecido  lejano a las grandes masas.

Atrás quedaron las voces guturales al cubrir todas las esferas del doom metal desde su debut ‘Dance Of December Soul’ y su magnífico ‘Brave Murder Day’ y la etapa experimental iniciada con ‘Discouraged Ones’ y finalizada con ‘Last Fair Deal Gone Down’, antes de comenzar  a marcar su propia identidad con ‘Viva Emptiness’, el álbum con el que cambió todo. Esa coctelera de doom, metal alternativo y progresivo revestido de un negro sombrío ha perdurado hasta la actualidad y este nuevo ‘Sky Void Of Stars’ es una fiel muestra de ello.

Sin perder su identidad

‘The Great Cold Distance’ , ‘Night Is the New Day’ o su más reciente ‘City Burial’ han ido allanando en los últimos años el camino de una formación que nunca ha perdido su identidad aunque sus visos de evolución sean constantes. Siempre han sido conscientes de la importancia de ofrecer un disco en el que no sobra ni falta un solo segundo, y es uno de los grandes logros de esta nueva entrega.

En cuanto arrancan con “Austerity”, dejan claro su continuidad musical con su anterior entrega. Esos trepidantes ritmos en la que no se descartan los solos o los riffs pesados descansan en “Colossal Shade”, más progresiva y marcada. La peculiar y mágica voz de Renkse sirve de guía en los sucesivos cambios de ritmos. Bajan el pie del acelerador en “Opaline”, una maravillosa canción de metal melancólico en la que se permiten bastantes dosis de experimentación que casan a la perfección con su propuesta.

Pero no solo de cortes lentos viven los suecos, y en “Birds” se muestran explosivos, dinámicos y con mucha pegada. A pesar de ello, las melodías penetrantes como las de “Drab Moon” o de la frágil e imperiosa “Impermanence” –muchos se reencontraran con el doom metal de sus inicios- son las grandes protagonistas de este más que notable álbum.

Melancolía por encima de todo

No pierden de vista las descargas de intensos riffs, y hasta en temas a medio tiempo como “Author” o la profunda “Sclear” -con unas armonías vocales que quitan el sentido- sueltan latigazos metálicos y melódicos sin parar. La épica y minuciosa “No Beacon To Illuminate Our Fall” y la poderosa y majestuosa “Absconder” cierran un trabajo en el que el quinteto enseña sin miedo todos sus colmillos. Pese a que los ritmos lentos y medios sean los dominantes en el listado, todos los temas están bañados por una energía magnética que los aleja de momentos de zozobra. Es una combinación perfecta de cambios de ritmos, atmósferas y tonalidades de grises que acompañan a unas letras reflexivas y cuidadas al dedillo. Pura magia que se convierte en un deleite para sus seguidores y amantes del estilo.

Poco importa que este trabajo se ponga a la venta en los primeros compases del 2023. Por muchos competidores que surjan a los largo de todo el año, una vez más se vuelven a coronar como los reyes de un género que tiene a Katatonia como máximo baluarte.