Soulfly: Totem
'Totem' es el cuarto álbum de Soulfly con el hijo de Max Cavalera, Zyon, a la batería y el segundo con el bajista Mike Leon. También es el primero sin el guitarrista Marc Rizzo desde que en 2004 se publicase Prophecy.
Cuando parecía que en los últimos años Max Cavalera se había situado en un conformismo alejado de cualquier riesgo, entregando álbumes de Soulfly con excasa variación sustancial. Llega 2022 y asombra con un álbum de energía desbordante que, a la vez que transpira frescura, recupera aromas de un exitoso pasado. Habría que remontarse hasta 2010, cuando el reconocido guitarrista, vocalista y compositor brasileño lanzó ‘Omen’ para encontrar cierto paralelismo en cuanto a eficacia compositiva y agresividad guitarrera. Y es que ‘Totem’, a pesar de no descuidar el resto de instrumentos, es una grabación muy centrada en las guitarras.
Una asociación muy beneficiosa
Para comprender el resultado de ‘Totem’ hay que tener en cuenta la asociación entre Max Cavalera y Arthur Rizk, quienes han co-producido el álbum con un resultado magnífico. Arthur, también ha contribuido en las partes rítmicas de guitarra junto a Max, además de repartirse los solos con su compañero en Eternal Champion, John Powers. Entre ambos han realizado un trabajo espectacular, de tal modo que no se nota la ausencia de un gran guitarrista como Marc Rizzo. Al contrario la grabación gana en creatividad guitarrera con los numerosos riffs erosivos y los solos incendiarios que contiene.
De entrada, “Superstition” ya muestra el protagonismo de las guitarras con la presencia de riffs arrasadores y desarrollos solistas hirientes, siempre acompañados de una dinámica vertiginosa donde sobresale la pegada de Zyon, con ciertas partes de percusión tribal bajo la influencia de su tio Igor. Max por su parte, además de “riffear” como un poseso, utiliza la voz con algunas palabras en eco, un recurso del que ya se valió en la época de ‘Beneath The Remains’ y que aparece en alguna otra canción en ‘Totem’.
Y ya que hablamos de épocas gloriosas, “Scouring The Vile”, con la siempre imponente presencia vocal de John Tardy de Obituary, además de ratificar la “dictadura del riff” y los desarrollos de guitarra esquizofrénicos, tiene algunas partes que recuerdan al ‘Arise’. “Filth Upon Filth”, es otra “apología del riff”, presente de principio a fin, mezclado con efectos y solos chirriantes, mientras que “Rot In Pain”, cuenta con partes muy al estilo Slayer, tanto en uno de los riffs como en el trabajo solista, con bajo y batería siguiendo el ritmo a marcha forzada.
Indicios de un pasado glorioso
Otros indicios del pasado “sepulturero” los encontramos en “The Damage Done”, con Max cantando el estilo de Roots, aquí con partes rítmicas más marcadas y un riff recurrente y robusto. Una vez más, intrincadas variaciones de guitarras inundan la atmósfera, apoyadas por una excelente trabajo de Zyon a la batería, demostrando que si está en el puesto no es por el apellido sino por sus cualidades, como lo demuestra en la entrada que desarrolla en “Totem” y su magnífica aportación durante el resto de la pieza que cuenta con un riff arrastrado y un excelente ejemplo de simbiosis entre guitarra y batería. Por supuesto, no falta el solo guitarrero desestabilizador y un final denso con disminución paulatina del tempo.
A medida que avanza el álbum, la labor de Zyon crece y “Ancestors” es un excelente ejemplo con sus entramados tribales de percusión que recuerdan al trabajo de Igor Cavalera en Sepultura. “Ecstasy Of Gold”, ratifica las intensas vibraciones de las que está impregnada la grabación en cuanto a virulencia guitarrera y fogosidad en la sección rítmica.
Con la instrumental “Soulfly XII”, llega el respiro habitual que Max añade en los álbumes de Soulfly, antesala del cierre con “Spirit Animal”, una composición que cambia el status de la grabación al tratarse de una extensa pieza de más de nueve minutos que rompe la mecánica del resto de canciones, todas entre los tres y cuatro minutos de duración, exceptuando “Totem” que pasa de los cinco.
“Spirit Animal”, cuenta con la puntual colaboracion de Chris Ulch (Power Trip, Mammoth Grinder) y también añade partes vocales otro miembro de la saga Cavalera, Ritchie. Se trata de una pieza, no la única del álbum, en la que Max expone sus lazos con la espiritualidad de la naturaleza y las tradiciones ancestrales. A unos efectos sonoros de animales le sigue un robusto e impactante riff al que se suma una potente batería. A partir de ahí, a un primer tramo intenso le sigue un cambio de ritmo más lento con atmósferas de podrían encajar con el space rock, sin olvidar la presencia de más filigranas de guitarra.
En esta ocasión, Max se ha alejado totalmente de las texturas nu-metal con las que había contado alguna vez en el pasado, así como de la crudeza más extrema de, por ejemplo, Cavalera Conspiracy y ha apostado por recurrir a las esencias del thrash que puso a Sepultura en la cima del metal internacional. Como se ha mencionado antes, hay cosas de ‘The Beneath The Remains’, ‘Arise’ o ‘Roots’, “sepultadas” en el trasfondo del álbum.
Locky Pérez
Grupo:Soulfly
Discográfica:Nuclear Blast Records
Puntuación:7
Canciones:
- Superstition
- Scouring The Vile
- Filth Ipon Filth
- Rot In Pain
- The Damage Done
- Totem
- Ancestors
- Ecstasy Of Gold
- Soulfly XII
- Spirit Animal
Año:2022-08-05
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