Las 10 mejores canciones de Death
Uno de los nombres por antonomasia si hablamos de metal extremo, liderado por Chuck Schuldiner y donde han desfilado por sus filas algunos de los mejores músicos del género.
Hablar de Death es hablar con mayúsculas de uno de los nombres escritos con letras doradas en la historia de la música extrema y, como no podía ser de otra forma, dentro del death metal.
La banda formada en 1984 y disuelta en 2001 tras la muerte de Chuck Schuldiner es culpable de tener una de las mejores discografías de la historia, con auténticos clásicos como ‘Human’ o ‘Symbolic’ y con una búsqueda de la innovación de forma constante.
Es complicado elegir un número tan bajo en una discografía con tanta calidad y más cuando se habla no solo de uno de los referentes del metal extremo, sino de uno de los grupos a los que se les considera, de la mano de Possessed, creadores de un género como el death metal. Con todo este contexto, estas son las 10 mejores canciones de Death ordenadas de manera cronológica.
“Infernal Death” (‘Scream Bloody Gore’, 1987)
Todo grupo tiene su primera canción y si nos regimos a los álbumes esta “Infernal Death” es una apertura al auténtico infierno que Death planteaban en ‘Scream Bloody Gore’, su ópera prima en lo que a LP se refiere y que ya desde el primer momento te presenta esta grandísima obra. Unas virguerías en la guitarra que ahondan un disco directo, a la yugular y que sin esta canción no sería ni por asomo lo mismo.
“Pull The Plug” (‘Leprosy’, 1988)
Si seguimos avanzando en la discografía de Death nos topamos con quien para muchos es uno de los mejores discos de los americanos. ‘Leprosy’ cuenta con grandes temas de la talla de “Left To Die”, pero “Pull The Plug” es un auténtico clásico dentro de la agrupación. Desde la maestría de Chuck Schuldiner y de Rick Rozz a las guitarras hasta la explosiva base rítmica de Terry Butler y Bill Andrews, “Pull The Plug” es una canción variada, cruenta y como de costumbre, directa. Un auténtico clásico.
“Spiritual Healing” (‘Spiritual Healing’, 1990)
El sonido clásico de Death se empezaría a disolver en gran parte a través de las canciones de ‘Spiritual Healing’, un disco que ya dejaba entrever ese cambio al death metal técnico, pero donde todavía residía el poder de sus dos ascendentes. La canción que da nombre al disco se te queda grabada en la mente porque la guitarra entra con esa melodía tan característica para luego poco a poco acabar explotando, convirtiéndolo en un auténtico temazo. Aunque, por supuesto, al disco no le faltan grandes temas como podrían ser “Living Monstrosity” o “Killing Spree”.
“Flattering Of Emotions” (‘Human’, 1991)
Sean Reinert entra poco a poco con esa batería sonando, colándose de forma absolutamente maestra y dejando poco a poco paso a las demás piezas para que “Flattering Of Emotions” se acabe completando con el inicio de uno de los mejores discos de la historia del death metal. Es una canción donde el propio Chuck reconoció que sirvió perfectamente de cambio de rumbo y con grandísimos detalles tanto técnicos como en la producción del gran Scott Burns.
“Lack Of Comprehension” (‘Human’, 1991)
Qué se puede decir de esa guitarra que se va sucediendo de manera casi ocultista del principio y como acaba rompiendo con todo de una manera que ejemplifica perfectamente el disco: elegante y agresivo a la vez, con unos componentes que es imposible que casen mal. Tanto Chuck como Paul Masvidal crearon aquí un auténtico monstruo, mientras que la dupla de Reinert y Steve DiGiorgio acabó por sacar todo el jugo a un disco absolutamente mítico.
“The Philosopher” (‘Individual Thought Patterns’, 1993)
‘Individual Thought Patterns’ supone el disco que más división de opiniones genera entre los seguidores de Death: a algunos les parece una obra maestra, a otros normalito e incluso hay a gente a la que no le convence ni un ápice de lo que aparece en este disco de 1993. Death seguían con su camino enfocado a lo técnico, al progresivo, a esa tendencia a crear nuevos horizontes y el cierre de este trabajo supone obviamente una de sus canciones estrella, una “The Philosopher” que ataca perfectamente ese lado filosófico en la parte de las letras y que tiene multitud de texturas dentro de la propia canción, incluso a nivel vocal.
“Empty Words” (‘Symbolic’, 1995)
No son pocas las canciones de Death que comienzan con un planteamiento suave, sencillo, apacible y que al final acaban desembocando en una multitud de sonidos que rompen patrones y te llevan por lugares insospechados. Si hablábamos de un clásico con ‘Human’, con ‘Symbolic’ tenemos que hablar de otro disco que incluso para más de una persona estará muy por encima del anteriormente nombrado. “Empty Words” corresponde perfectamente con esa definición: es claro, evocador y muy muy complejo en su composición, con variaciones que la llevan a ser una de esas piezas imposibles de deshacer dentro de la gran construcción que es ‘Symbolic’.
“Crystal Mountain” (‘Symbolic’, 1995)
El riff inicial de “Crystal Mountain” es una de esas cosas que la primera vez que se escuchan se quedan en la memoria como una seña de identidad. Es una canción donde las guitarras toman un papel principal a la vez que si también se presta atención a la base rítmica especialmente a través del genial Gene Hoglan, te acabas topando con un tema donde, como se encarga de decir la letra, los mandamientos renacen una y otra vez.
“Perennial Quest” (‘Symbolic’, 1995)
Es imposible deshacerse de una de las mejores canciones con las que cuentan los americanos entre sus tantísimas obras de arte. “Perennial Quest” sí, es un tema largo de casi 9 minutos pero donde da gusto perderse en sus melodías, observar sus cambios de dirección y, por supuesto, atender a una de las mejores letras que escribió Schuldiner a lo largo de su corta vida. Y eso por no hablar del sentimiento que imprime la recta final de la canción. Alucinante.
“Scavenger Of Human Sorrow” (‘The Sound Of Perseverance’, 1998)
Aunque es cierto que muchas canciones del ‘The Sound Of Perseverance’ podrían tener cabida en este top, “Scavenger Of Human Sorrow” tiene absolutamente todo tipo de detalles que hace identificar el sonido de Death: progresiones imposibles de adivinar, la crudeza en la voz de Schuldiner en su despedida y un sinfín de posibilidades donde todos, absolutamente todos los instrumentos tienen su momento de maestría e incluso en algunos momentos se juntan. Una canción perfecta con la que despedir este top que hace referencia a uno de los mejores grupos de la historia, sin más, ni menos.
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