Hablar de Amorphis es sinónimo de llevar al death metal melódico a su máximo exponente. Si bien el sexteto editó una muestra de su buen hacer en directo hace apenas unos meses, los fineses han dado vida al que será su decimocuarto trabajo de estudio. ‘Halo’ verá la luz 4 años después del lanzamiento de su anterior disco.

Amorphis son uno de los grandes exportadores de metal de Finlandia, junto a grandes grupos como Nightwish o Children Of Bodom. Es evidente que a lo largo de sus treinta años de trayectoria la banda ha seguido una evolución constante, reinventando su estilo con cada disco en su haber.

Si bien sus primeras creaciones se inclinaban hacia un death metal más extremo y oscuro, la senda a seguir desde la entrada de Tomi Joutsen dio un giro de 180 grados. Dicho cambió comenzó a ser notable desde la salida de ‘Skyforger’ en el ya lejano 2009, pero el abanico de influencias se ha ido ampliando gradualmente con cada nuevo trabajo. Tanto es así que puede considerarse que Amorphis ha conseguido labrarse un estilo propio.

Teniendo en cuenta el prolongado viaje de la banda en la vanguardia del metal, es difícil comprender cómo Amorphis logra subir el listón una y otra vez, presentando así un final más que digno de la trilogía que comenzó con «Under The Red Cloud» (2015), seguido de ‘Queen Of Time’ de 2018. ‘Halo’ saldrá a la venta el próximo viernes 11 de febrero de 2022 vía Atomic Fire Records.

Una tarde en familia

Desde que llegó la pandemia por la Covid-19, la industria discográfica tanto los artistas han tenido que buscar nuevas formas de difusión y adaptarse a las nuevas circunstancias. La sesión de escucha de manera presencial hubiera sido difícilmente factible, y más teniendo en cuenta de que se trata de un evento internacional. De ese modo una reunión de Zoom Meetings acogió a medio centenar de periodistas donde, además del anfitrión y uno de los jefes del sello Markus Wosgien, toda la banda estuvo presente. El artista de portada Jean-Emmanuel “Valnoir” Simoulin y el productor Jens Bogren también formaron parte del coloquio.

Una metamorfosis palpable

No pasa desapercibido el cambio que Amorphis ha querido dar para este trabajo. Desde un primer vistazo la propia envoltura del álbum advierte sobre la dualidad, idea principal en la que está basado este disco como bien se podrá comprobar en la escucha del mismo. Pero los contrastes no se quedan solo en la portada, y también en las opiniones de los propios músicos como se relatará a continuación.

Si bien este diseño ha sido uno de los mayores retos para el artista- a pesar de haber diseñado las 3 últimas portadas de la banda-, como él mismo explicaba al inicio de la distendida charla; las composiciones del disco también han sido todo un desafío.

Aunque es preciso destacar que el sexteto dio forma a una treintena de temas, ‘Halo’ alberga únicamente aquellos que encierran mayor potencial en su composición. Esta decena de cortes ha sido elegida de la mano de Jens Bogren, quien forma un papel imprescindible a día de hoy para el grupo. Esta vez, como narraba en cierto punto de la conversación, el productor ha tenido que jugar a enlazar más elementos a la hora de la maquetación final de cada pista, un esfuerzo mayor que por su parte ha culminado en un resultado más que satisfactorio.

Los entresijos de ‘Halo’

Sin más dilación lo que ‘Halo’ encierra en su interior es un viaje que requiere de los 5 sentidos del oyente.

1. Northwards (5:30)

El álbum abre de una manera majestuosa. Tras una intro de aproximadamente un minuto de duración, “Northwars” traza una senda hacia un corte que define bien el metal moderno que Amorphis llevan trabajando en los últimos años. Aún con la crudeza que caracteriza un tema extremo de la banda, la voz de limpia Tomi Juotsen brilla más que nunca. Todo ello amalgamado con un mar de nuevos elementos que dejan entrever como la banda ha ampliado enormemente sus influencias a la hora de componer nuevos temas.

2. On The Dark Waters (4:47)

Por otro lado, el corte relaja contundencia. Las pinceladas jazzeras y progresivas lo enlazan directamente con su antecesor ‘Queen Of Time’. Es un corte más “accesible” pero que, sin embargo, y pese a los guturales de Juotsen consiguen crear una atmósfera sombría.

3. The Moon (5:57)

Dejando a un lado tanta crudeza, “The Moon” retoma sus influencias a “Skyforger”, aunque el rico tramo instrumental adquiere un dinamismo prog, sin dejar delado la esencia Amorphis.

4. Windmane (4:49)

Es el corte más contundente del disco. Lo que de primeras parece ser un corte más “blackmetalero” acaba llenándose de tintes hardrockeros. Dos elementos aleados por dos solos de guitarra y teclado que hacen de enlace entre la crudeza y la dulzura que alberga el marco de la canción.

5. A New Land (4:36)

Es un tema asequible, potente y típico de la marca Amorphis. Cuenta con un estribillo poderoso y una armoniosa alternancia entre las voces limpias y femeninas. Es una buena aspirante a convertirse en un hit de la banda.

6. When The Gods Came (4:56)

Corte motivador e inspirador que alberga un estribillo de lo más pegadizo. En este corte el elemento predominante es claramente el teclado de Santeri Kallio, que aporte un toque de fluidez y dinamismo.

7. Seven Roads Come Together (5:38)

Es la perfecta definición del claroscuro que vienen desarrollándose durante todo el álbum. Los riffs pesados se entrelazan con la ornamentación sinfónica. Los múltiples elementos generan numerosos giros que hacen del tema un corte exigente.

8. War (5:24)

A medida que avanza el álbum, la epicidad va en aumento. Como su propio nombre indica, “War” bien podía entonarse bajo la tormenta que envuelve una batalla. Aun con su pesado tempo y los toques orientales es un corte que alberga una fuerza que lo hace no pasar desapecibido.

9. Halo (4:40)

El corte que da título al álbum se inclina hacia lo épico/sinfónico. Aunque la canción carece de la contundencia ni la tendencia hacia un metal más “extremo” como algunas de sus compañeras, podría decirse que deja un regusto a “Amongst Stars”. La voz de Petronella Nettermalm acompaña a la de Tomi formando un tándem perfecto donde Juotsen brilla más que nunca. Todo ello mezclado con un mar de nuevos elementos que diferencian a este corte por encima del resto.

10. The Wolf (4:46)

Aquí se forma un nuevo contraste. Al igual que muestra la portada “The Wolf” es lo opuesto a “Halo”. La cadencia oscura y contundentes se ponen a merced de melodías más thraser para armonizar en su conjunto con el coro.

11. My Name Is Night (4:43)

Es uno de los temas que más sobresalen de todo el redondo. Las suaves melodías del comienzo avanzan in crescendo junto a una orquestación que unido las voces limpias femenina y masculina dan una sensación de melancolía y calidez, todo ello sin perder el sello de los fineses. A través de este viaje de 55 minutos ‘Halo’ demuestra ser un disco más que digno como sucesor de ‘Queen Of Time’. Es sin duda un paso hacia adelante, signo de que el sexteto sigue en la cresta de la ola.

Reinvención bajo la experiencia

Amorphis no solo ha demostrado que son capaces de reinventar su estilo. Las composiciones a las que han dado vida desdibujan los límites de lo que el propio rock (o metal en este caso) propone, abriendo su abanico de influencias a sonidos más característicos de otros estilos o incluso de una banda sonora cinematográfica. (Incluso llegó a bromearse sobre el hecho de que el disco fuese compuesto originalmente para formar parte de la BSO de una película de Marvel).

Como primera impresión ‘Halo’ da la sensación de ser un álbum minuciosamente trabajado. Especialmente destaca en este aspecto la voz de Joutsen, que se muestra en una tesitura más amplia y flexible que de costumbre.

Las voces limpias le ganan terreno a los guturales, lo que da pie a que ‘Halo’ pueda ser considerado un álbum más “popero”, eso sumado al abanico de influencias armónicas añadidas sobre la base de metal que viene amasando Amorphis durante 3 décadas. Así lo recalcaba el productor Jens Bogren. Sin embargo, el guitarrista, esa Holopainen, se opone a esta idea, y considera que, por el contrario, su nuevo bebé es más contundente que sus predecesores. Añade también, que esta perspectiva se materializa escuchando el disco en su totalidad, no al modo actual de consumir canciones sueltas, acto que desmerecería al conjunto artístico en su totalidad.

Finalmente, la banda expuso su negativa de dar conciertos virtuales pues queda totalmente descontextualizada la idea de concierto real. Mantienen así la esperanza de 2022 traiga de nuevo la vida a las giras para disfrute de todos. Con conciertos o sin ellos, lo que sí está claro es que los seguidores de Amorphis, y del metal en general, pueden esperar un gran trabajo con el que sentirse plenamente satisfechos en febrero del próximo año.

Tamara Ruiz