John Bonham "Bonzo" murió trágicamente en 1980 por la inhalación de su vómito mientras dormía. Después de tomar un total de 40 vodkas cuádruples se echó a dormir. Nunca más despertó. Su muerte supuso la pérdida de uno de los mejores baterías de la historia y el final de Led Zeppelin.

En septiembre de 1980, Led Zeppelin se encontraba en plenos ensayos para la próxima gira norteamericana que se venía encima. Bonham era famoso no solamente por la destreza de una bestia como pocas en la batería, sino también como un bebedor indestructible.

El 24 de septiembre John Bonham, camino a los ensayos paró en algunos pubs, y tomó varios vodka con naranja, que era una de sus bebidas favoritas. Tras los ensayos fueron a The Old Mill House, la mansión de Jimmy Page en Windsor. Allí Bonzo siguió bebiendo cuatro destornilladores de vodka cuádruples más hasta perder el conocimiento. Consiguieron llevarle entre varios a una habitación, donde le metieron en la cama y se quedó dormido.

To be a rock and not to roll

La mañana del 25 de septiembre todos estaban despiertos para retomar de nuevo el ensayo, pero estaban extrañados porque Bonham aún no despertaba. El asistente de Robert Plant fue a la habitación de Bonzo a levantarle. Le encontró inmóvil e inconsciente y le intentó tomar el pulso pero no lo consiguió. Llamaron a urgencias y el equipo médico sólo pudo certificar su muerte cuando llegaron a la mansión de Jimmy Page.

El 25 de septiembre cambió el panorama de la música con la desaparición de Bonzo, quien concluía con la carrera de uno de los grupos más grandes de la historia del rock, Led Zeppelin. John Bonham, con tan solo 32 años, abandonó este mundo y dejó un hueco irremplazable en la banda. Supuso la pérdida de uno de los iconos más legendarios de la historia. Y este fue un hecho que marcó a Robert Plant de por vida y para siempre, pues además era su mejor amigo.

John «Bonzo» Bonham está considerado uno de los mejores baterías de la historia del rock. Dio un nuevo enfoque al instrumento alejándose de corrientes de jazz y blues estilistas que inundaban todo el panorama en ese momento. No era amante de los excesivos adornos y se centró en una pegada contundente que marcó el camino a seguir entre miles de baterías que se acercaron o se perdieron en el intento de aproximarse a su sonido en el rock. Y no era fácil, uno de los ingredientes de su estilo era golpear fuerte para conseguir potencia y volumen.

Bonham muy pronto se hizo con una reputación en su contra, pues en esa época empezaban los primeros delimitadores de exceso de decibelios que cortaban la corriente eléctrica en el momento. Muy pronto Bonzo consiguió marcar la diferencia; tocaba tan fuerte que hacía saltar los limitadores de potencia varias veces en una misma noche. Consiguió un sonido que, hoy por hoy en plena era digital, da prueba de que en cuestiones de arte no hay reglas.

El 4 de diciembre de 1980 Jimmy Page, Robert Plant, y John Paul Jones emitieron un comunicado oficial en el que anunciaban la disolución de Led Zeppelin explicando que ya nada sería igual sin Bonham y era inútil intentar continuar sin él: «Deseamos que se sepa que la pérdida de nuestro querido amigo y el profundo respeto que tenemos por su familia, junto con el profundo sentido de armonía indivisa que sentimos, nos han llevado a decidir que no podíamos continuar como éramos».

«Todo el éxito y la fama, ¿de qué valen?», Robert Plant

El empresario multimillonario propietario de Virgin Records, Richard Branson, estuvo cerca de conseguir reunir en varias ocasiones a Led Zeppelin, pero nunca logró su objetivo. Robert Plant, el mejor amigo de Bonzo, fue siempre la principal oposición. Rechazó 500 millones de libras por resucitar a la banda. La muerte de su hijo Karac Plant y las extrañas circunstancias que rodearon este hecho junto a las aficiones de Jimmy Page por los rituales de magia negra y el ocultismo de Aleister Crowley en sus mansiones habían mermado en Plant. Se vio sumido en una depresión y abandonó el personaje arrogante de vaqueros ajustados y pecho descubierto que solía interpretar.

John Bonham Led Zeppelin

Si aquel Dios de cabello dorado había sufrido el dolor físico en el accidente de Rodas, ahora tenía que lidiar con un dolor mucho mayor. «Todo el éxito y la fama, ¿de qué valen? No son gran cosa cuando los comparas a tu familia», se cuestionaba el cantante. Y entonces pasó lo de Bonzo. La muerte de John Bonham fue demasiado para él. Los medios del momento especularon que Plant culpaba a Jimmy Page por los sucesos acontecidos.

Una cosa estaba clara, Robert Plant no levantó cabeza: «Fue uno de los momentos más demoledores y tristes de mi vida. Tenía un gran amigo, cálido y con un corazón… y lo perdí. Fue tan… definitivo. Nunca volví a pensar en el futuro de la banda». Led Zeppelin habían terminado.

La causa de la muerte fue asfixia por aspiración accidental de su propio vómito. Y todo ello, a su vez, provocado por un consumo excesivo de alcohol, se estima que Bonzo consumió unas 40 copas de vodka, pero a pesar de las especulaciones de su muerte, nunca se hallaron restos de drogas en el cuerpo de John Henry Bonham.

Adney Sid