Los Suaves: Mil y una noches de Rock n’ roll

A pocos minutos para las nueve, las luces se apagaban mientras sonaba la conocida intro de Liszt “Les Preludes”, para dar paso a Tino a la batería, seguido de la banda al completo. Si ya lo estábamos de antes, el concierto arrancó muy fuerte con “Preparados Para El Rock n’ Roll”, coreada de principio a fin por el público, ya acostumbrado a ese tema al principio de la noche.

Tras la presentación de su nuevo documental  “Viajando al fin de la noche” del miércoles,  Los Suaves volvían dos días más tarde a la capital para enseñarnos la otra parte del nuevo trabajo, el directo. Desde luego, la banda puede presumir de sus seguidores, que tras llenar la Joy Eslava hacía solo seis meses, volvían a abarrotar La Riviera. Nadie quiere perderse esta última “Gira de los mil conciertos”, ya que hay que aprovechar las pocas ocasiones que habrá de verles en directo, antes de saber los planes de futuro del grupo. Aun así el aguante que tienen en la carretera y sobre el escenario sigue siendo admirable, por lo que se merecen el éxito en Madrid.

Durante la tarde se echaba de menos la masa de gente que suele tener la zona de la sala los días de concierto, pero conociendo a los gallegos y sus preferencias de tocar lo más tarde posible, la mayor parte del público no quiso pasar frío ni esperar en una sala sin teloneros, por lo que fue a media hora del concierto cuando se empezó a notar el ambiente dentro.

A pocos minutos para las nueve, las luces se apagaban mientras sonaba la conocida intro de Liszt “Les Preludes”, para dar paso a Tino a la batería, seguido de la banda al completo. Si ya lo estábamos de antes, el concierto arrancó muy fuerte con “Preparados Para El Rock n’ Roll”, coreada de principio a fin por el público, ya acostumbrado a ese tema al principio de la noche. Aprovechando esa energía, siguieron con un tema reciente convertido en clásico, “Cuando Los Sueños Se Van”,  con las adoradas  “Palabras Para Julia” y “Maldita Sea Mi Suerte”, seguida de la clásica “Si pudiera”.

Tal y como prometían, los fans más veteranos serían los que más disfrutarían del concierto por los numerosos temas rescatados de los primeros discos, que tras muchos años volvían a sonar en directo.  Así que, el turno de la nostalgia llegaba con “La ciudad se llama perdición” que precedería a “Por una vez en la vida” de su álbum “Malas noticias”

Tal y como prometían, los fans más veteranos serían los que más disfrutarían del concierto por los numerosos temas rescatados de los primeros discos, “Si Pudiera”, “Por Una Vez En La Vida” o incluso del Frankenstein: “Una Ciudad Llamada Perdición”.

Con Alberto Cereijo y Fernando Calvo a las guitarras, manteniendo el nivel musical que tienen, Charly ocupando su sitio en la parte de atrás del escenario sin perder la sonrisa, y Yosi saltando en las vallas de los laterales, el concierto fue avanzando tal y como se esperaba, con ambas partes disfrutando de una noche de rock de verdad. Un poco adelantada, sonó “Viajando Al Fin De La Noche” (a la que aún le quedarían dos horas bien aprovechadas), seguida de otra favorita: “¿Sabes? ¡Phil Lynott Murió!”.

Volviendo al pasado, esta vez al primer disco “Esta vida me va a matar”, pudimos disfrutar de un tema que siempre sonará mejor en Madrid: “Mártires del Rock n’ Roll” para continuar con otro clásico que fue cantado en toda la sala: “No Puedo Dejar El Rock”.

Pasando la mitad del concierto, “Malas Noticias” precedió a otro momento clave de la noche: Yosi con su guitarra acústica cantando “Pardao” y llevándose una ovación enorme de sus seguidores, antes de seguir más fuerte aún con “Si Te Atreves A Nacer”.

“Que triste es, de verdad, que triste es cuándo os marcháis. Esta canción es vuestra…” Así presentaba Yosi el siguiente tema  “Cuando La Música Termina”, dejando  un respiro para seguir con “Dulce castigo”, y  “Dolores se llamaba Lola”. Mientras la gente no paraba de saltar y cantar, Yosi sacaba la bandera de la comunidad de Madrid para situarla en centro del escenario junto a la bandera Gallega y mientras Alberto Cereijo y Fernando alargaban la canción para dejar boquiabiertos a todos los presentes con unos solos de guitarra, de nuevo el cantante hacía de las suyas sacando otra bandera del grupo para lanzarla al público.

Se apagaban las luces y el escenario quedaba vacío pero a los pocos minutos, el sonido de un tren nos avisaba de la llegada del  “San Francisco Express” y volvían los músicos a las tablas con uno de los riffs  más cañeros del grupo, que acompañados por el humo y un gran juego de luces hicieron de esté uno de los mejores momentos del concierto.

Era el turno de “El afilador”, otro de los temas emblemáticos de la banda que terminaría con Alberto Cereijo colocando otra bandera Gallega sobre el clavijero de su guitarra e interpretando las primeras notas del himno gallego, lo que emocionó a más de un seguidor.

Después de retroceder en el tiempo al escuchar “Peligrosa María” (de los primeros temas de la banda)  “Ya nos vamos “ parecía anunciar el final. Tras los cubos de confeti que Yosi tiró a sus compañeros entre abrazos, la banda se despidió nuevamente.

Seguro que algún despistado estaba saliendo de la sala cuando Los Suaves volvían al escenario. Dos horas no eran suficientes, y empezaron a sonar los primeros acordes de “Mi casa” para sorpresa de todos, con Yosi demostrando que está en plena forma y que aún le quedaban fuerzas para seguir corriendo por el escenario, saltando y disfrutando con su público, al que repetía que ya pasaban las dos horas del concierto.

“La noche se muere” fue el tema elegido para poner el broche final a una gran velada de Rock’n’Roll en el que todos los presentes pudimos disfrutar con un variado repertorio que dejó encantados tanto a los viejos seguidores del gato como a los más jóvenes.

Y el grupo, con más de 1000 conciertos y 30 años de historia a sus espaldas siguen demostrando que están en la brecha, con una forma excelente a pesar de los años, una admirable experiencia, con la maquinaria bien engrasada y ofreciendo  noches como esta, que dejarían satisfecho y con una sonrisa a cualquier amante del buen Rock.